La conexión entre el cerebro humano y las máquinas está cada vez más cerca. Ese es el objetivo de Paradromics, una 'startup' californiana que está diseñando un implante cerebral que, usando la conexión cerebro-ordenador, podrá ayudar a personas con discapacidades como ceguera, sordera o parálisis.
En el mejor de los casos, el implante permitiría a un ciego poder ver lo que le rodea, con la ayuda de una cámara digital.