La visita del presidente andaluz del Partido Popular a San Fernando, Juan Manuel Moreno, no ha dejado indiferente a los que siguen de cerca el acontecer político. Unos por la inyección de complacencia que han supuesto sus palabras cuando aseguraba que en dos años se ha hecho más en San Fernando que en los últimos veinte y otros por la incredulidad que les supone que un hombre nuevo en el cargo se haya quedado tan pronto con la situación de una ciudad que visita por vez primera.
La verdad es que a estas alturas es difícil discernir si la frase que daba el titular a este periódico se ajusta o no a la realidad, ya que en los dos años últimos es cierto que se dice que se han puesto las bases de lo que viene detrás, pero lo que viene detrás no ha llegado. Y por otro lado, es de suponer que el presidente de los populares andaluces se refería a lo que se ha hecho bueno en estos dos años, porque la frase se presta a conclusiones erróneas si se tiene en cuenta que en estos veinte años se han hecho tantas cosas que difícilmente son comparables con las que se han hecho en el periodo de gobierno de José Loaiza.
Pero en eso se basa el arte de la alta política. En la ambigüedad de las palabras que bien empleada consigue milagros y no necesariamente en forma de votos sino en logros palpables ante la interpretación del contrario, arte heredado de la cultura árabe tan dada a confundir para aclarar las cosas.
Sea como fuere, las palabras del presidente popular no pasan de ser una apreciación interesada sobre la gestión del gobierno municipal de San Fernando que tendrán que enjuiciar los ciudadanos de aquí a un año aproximadamente. Y para conseguir un buen resultado va a hacer falta que lo que viene detrás de lo hecho llegue y que además se sepa explicar. Aunque sea con la arabesca fórmula de la ambigüedad.