Los líderes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, Alexandr Zajárchenko e Ígor Plotnitski, acusaron hoy a Kiev de sabotear los acuerdos de Minsk para el arreglo del conflicto en el este de Ucrania.
"La conclusión es una: Kiev no quiere la paz. Procura mediante la violencia y el bloqueo económico destruir el Donbass (zona que abarca las regiones de Donetsk y Lugansk)", se afirma en una declaración conjunta de los líderes separatistas, difundida por DAN, la agencia de noticias de los prorrusos.
Zajárchenko y Plotnitski reaccionaron así a la aprobación ayer por el Parlamento ucraniano de una ley de autonomía para las regiones rebeldes condicionada a la celebración de unas elecciones bajo supervisión internacional y al repliegue de las formaciones armadas ilegales de esos territorios.
Según los líderes separatistas, no será posible llegar a un compromiso con las autoridades de Kiev hasta que sean revocadas las "vergonzosas decisiones" adoptadas por el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, y el Parlamento ucraniano.
Además, los diputados ucranianos declararon "territorios temporalmente ocupados" las zonas controladas por los rebeldes hasta la retirada de los grupos armados y mercenarios y el establecimiento del pleno control por Kiev de la frontera ruso-ucraniana.
El Parlamento apoyó también los planes de Poroshenko de dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU y la Unión Europea para el despliegue de tropas de paz en la zona de conflicto, algo a lo que se oponen los separatistas y la propia Rusia.
"Kiev ha pisoteado la frágil paz de Minsk y ha llevado la situación a un callejón sin salida", añade la declaración conjunta de los líderes separatistas.
