El Ejército estadounidense ha comenzado a entrenar a un nuevo de respuesta rápida ante el ébola, que podría encargarse de dirigir los hospitales si se volviese a producir un brote de este virus, en un momento en el que las autoridades sanitarias hacen frente al primer caso positivo en la ciudad de Nueva York.
Este nuevo equipo estará formado por 30 personas y está compuesto de cinco médicos, 20 enfermeros y cinco instructores debidamente cualificados. El grupo se encargará de supervisar el tratamiento dado a los pacientes con ébola, además de ayudar a los hospitales a hacer frente a los problemas derivados de este brote.
"Siempre hay un factor miedo cuando estás tratando con esta enfermedad", reconoce uno de los médicos de este equipo, Joseph Narvaez, que sin embargo ha asegurado que todos los integrantes se sienten "más seguros" a medida que van aumentando su entrenamiento.
Narvaez también ha explicado que todo el equipo ve esta misión como un despliegue necesario para combatir a un enemigo. "intentamos conocer a nuestro enemigo y conocer sus debilidades", ha afirmado. "Sabemos absolutamente que le derrotaremos", ha asegurado.
Los miembros de este equipo de respuesta rápida han asegurado que por el momento no han recibido ninguna solicitud por parte de Nueva York, donde se ha producido el último caso de ébola en Estados Unidos. Éste se desplegaría a petición del Departamento de Salud y Servicios Humanos estadounidense.
Como parte del entrenamiento, el equipo practica con precisión militar el proceso de ponerse y quitarse el traje protector que se utiliza como parte del protocolo para tratar a pacientes con esta enfermedad. Además, los enfermeros practican los tratamientos con los trajes puestos con la ayuda de un maniquí.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades ha anunciado la adopción de nuevos protocolos en relación a los trajes protectores después de que dos enfermeras que trataron a un paciente en Dallas se infectasen con el virus.
El comandante naval James Lawler, médico con experiencia en casos de ébola en África Occidental, ha asegurado que se realizará un esfuerzo mayor para asegurarse de que ningún miembro del equipo contrae el ébola o lo propaga. "Proteger a nuestros trabajadores sanitarios es nuestra principal preocupación", ha subrayado.