El programa de atención psicológica a las mujeres menores de edad víctimas de violencia de género en Huelva para niñas ente 14 y 17 años, del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), ha atendido, en lo que va de año en la provincia, a 13 menores, una cifra que asciende a 96 a nivel andaluz.
Se trata de una atención que también se presta tanto a sus padres como a sus madres, personas adultas que autorizan que sus hijas puedan asistir, ya que son menores de edad, han informado a Europa Press desde el IAM.
Precisamente, este lunes, en la presentación de las IV Jornadas Formativas en Violencia de Género de Diputación, la coordinadora del IAM, Eva Salazar, y la fiscal delegada de Violencia sobre la Mujer de la Fiscalía de Huelva, Adela García Barreiro, alertaron de esta situación ya que "cada vez es más baja la edad de agresores y víctimas", con un ascenso a nivel nacional del 2,3 por ciento de los casos.
En cuanto a este programa específico, la responsable del IAM en Huelva aseguró que en "un porcentaje muy elevado los jóvenes no detectan la violencia como tal, ya que no distinguen entre ésta y el amor romántico, con el que se endulza todo y no se dan cuenta de que se va aislando a la víctima".
Para desarrollar el programa, los centros provinciales del IAM y el Teléfono de la Mujer (900 200 999) llevan los casos detectados en mujeres menores a un equipo especializado de psicólogas y psicólogos, que además de atender a la víctima, previa autorización de sus tutores, y a su familia, deriva a la misma a la red de atención --sanitaria, social, jurídica o policial-- que se requiera.
Una vez derivada al equipo de terapeutas, la víctima recibe una sesión inicial de presentación y una serie de sesiones de terapia individual donde se abordan todos los aspectos relacionados con la violencia de género y sus manifestaciones, desde las más tempranas hasta las más severas.
Tras dichas consultas individuales, y en función del perfil de las menores atendidas, el programa desarrolla en cada provincia sesiones terapéuticas grupales donde se refuerzan los contenidos aprendidos y se genera una red de apoyo informal para las menores. De forma paralela, las madres y los padres asisten a grupos terapéuticos de progenitores, donde mejoran la comprensión del problema y comparten estrategias y buenas prácticas para apoyar a sus hijas.
Junto a esta atención, el programa desarrolla diversas jornadas de formación para profesionales del sector sanitario, educativo y de trabajo social para la detección temprana de maltrato en jóvenes.