Con la reciente visita a Estepona de Jesús Catalá, Obispo de Málaga, para bendecir el colegio Juan XXIII se aviva la polémica después de que la localidad dedique la calle de acceso al centro escolar impulsado por la Fundación religiosa Santa María de la Victoria a su figura. Desde Izquierda Unida consideran una "vergüenza" que el municipio rinda homenaje a Catalá y piden al alcalde, el popular José María García Urbano, que revoque esta decisión, que fue adoptada vía decreto firmado por el primer edil, tal y como ya reprocharon meses atrás desde las filas socialistas.
"El Obispo de Málaga resulta ser un integrista radical católico, xenófobo e intolerante, de aquellos que aún no han asumido los valores democráticos y pertenecen al pensamiento neofranquista", critica la formación que coordina Antonio Murcia, que recuerda que muy polémicas fueron sus declaraciones a un medio asimilando la homosexualidad a "una anormalidad psicológica". También se vio envuelto en otra trifulca recientemente al descalificar el pregón que pronunció el exportavoz de IU en el Ayuntamiento de Málaga, Pedro Moreno Brenes, en la capital, por defender los derechos de gays y lesbianas.
Para IU, "Jesús Catalá nada tiene que ver con Estepona, ni realizado acción alguna en favor de la ciudad que merezca reconocimiento, ni resulta ser una persona que se haya distinguido en ningún campo en favor de sus semejantes, ni que tampoco se haya distinguido en el campo de la ciencia, el arte o la literatura, para que los esteponeros le recordemos o sea una referencia de ejemplo para nuestros conciudadanos", argumentan.