'La concordia fue posible' es la frase que se puede leer en la lápida de la sepultura del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez González y de su mujer Amparo Illana Elórtegui, ubicada en el claustro de la Catedral de Ávila, donde los restos del matrimonio reposan juntos desde hoy.
Según ha podido saber Europa Press, en la lápida se puede leer 'Excelentísimos señores Duques de Suárez', tras lo que aparece el nombre del expresidente y su fecha de nacimientos, 25-11-1932, y de su muerte, 23-03-2014. Debajo aparece el nombre de su esposa y la fecha de su nacimiento, 25-5-1934, y de su muerte, 17-5-2001.
En la parte inferior de la lápida se puede leer la frase "La concordia fue posible", frase que hace alusión al periodo que capitaneo Adolfo Suárez, la Transición, donde la concordia permitió pasar de una Dictadura a una Democracia, hoy en día ya consolidada.
La Catedral de Ávila, donde hoy se ha celebrado la misa funeral y donde para siempre reposan los restos del matrimonio Suárez-Illana, permanece cerrada al público esta tarde por motivos organizativos, pero volverá a abrir sus puertas con normalidad a partir de mañana.
ÁVILA
El primer presidente de la Democracia española, Adolfo Suárez, reposa ya junto a los restos de su mujer, Amparo Illana, en "su casa" de la Catedral de Ávila, donde ha sido enterrado en un Claustro de la seo abulense tras fallecer el domingo a los 81 años.
Los restos de Suárez han sido depositados en un sepulcro del Claustro en los que desde ayer lunes descansa los de su mujer, después de que fuesen exhumados de la capilla Mosén Rubi en la que fueron enterrados en 2001, cuando falleció víctima de un cáncer de mama.
MADRID
El expresidente del Gobierno Adolfo Suárez ha sido despedido con toque de oración, una salva de ordenanza y una cerrada ovación en la Plaza de Cibeles de Madrid, antes de ser trasladado a la catedral de Avila, donde recibirá sepultura.
Los ciudadanos que se han congregado en los alrededores para dar su último adiós a Suárez, algunos de ellos con lágrimas en los ojos, han roto en aplausos tras escuchar los disparos de los fusiles y el toque de oración por parte de una compañía del Ejército de Tierra del Inmemorial del Rey.
Tras tres cuartos de hora de recorrido por el Paseo del Prado, la compañía del Ejército de Tierra que abría el cortejo fúnebre ha dado la vuelta a la Plaza de Cibeles, adornada con una pancarta con la bandera española y el lema "Gracias, presidente", y ha acabado desfilando ante el féretro mientras sonaba una marcha militar. "Suárez ha muerto, la Transición, no", rezaba otro cartel.
El acto ha concluido con el traslado del féretro hasta el coche fúnebre, momento en que los ciudadanos han vuelto a prorrumpir en aplausos. La multitud no sólo rodeaba la Plaza de Cibeles, sino que se prolongaba a ambos lados de Alcalá y hasta la confluencia con Gran Vía.
En el mismo vehículo fúnebre, las condecoraciones recibidas por Suárez, las máximas que puede obtener un español: el Toisón de oro que le otorgó el Rey en 2007 y el Collar de a Real Orden de Carlos III que le concedió el Gobierno este lunes.
A continuación, la familia del Duque de Suárez se ha montado en varios vehículos mientras escuchaban los aplausos de agradecimiento de los ciudadanos.
También algunas autoridades, entre ellas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se han subido a los coches con destino a Ávila, donde se procederá al entierro.