Este fue uno de los principales acuerdos firmados en la VI Cumbre hispano-polaca, presidida ayer en la localidad de Sopot, a orillas del mar Báltico, por el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro polaco, Donald Tusk. Ambos destacaron la buena marcha de las relaciones bilaterales, siempre “cálidas”, según Tusk, a pesar del frío que reinaba ayer en Sopot.
Junto al acuerdo medioambiental, Zapatero y Tusk abordaron la próxima elección de los nuevos cargos institucionales de la UE –el primer presidente estable y el Alto Representante para la Política Exterior– y defendieron que se siga un procedimiento democrático y transparente.
Tusk subrayó la importancia del acuerdo suscrito para la compraventa de emisiones de gases con efecto invernadero y garantizó que los recursos españoles irán destinados a desarrollar un sector energético eficiente y una política ecológica de control de emisiones.
Se trata de la primera venta que realiza Polonia de derechos de emisión, pero no la primera compra de España, que ya ha acudido a países como Hungría, Letonia y la República Checa para compensar con inversiones el aumento de sus emisiones por encima de los compromisos de Kioto.
Según explicaron fuentes del Ejecutivo español, Polonia deberá dedicar ese dinero al desarrollo de proyectos en los sectores de biomasa, la generación eléctrica a partir de biogas, y la mejora de la red eléctrica para la interconexión de proyectos eólicos.
Los 25 millones saldrán de los recursos que España ha invertido en el Fondo Verde de Carbono del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) y permitirán movilizar una financiación multilateral de 75 millones adicionales, con lo que Polonia contará con 100 millones para luchar contra la contaminación.
El jefe del Ejecutivo español elogió la evolución de las relaciones bilaterales y abogó por impulsar las ya importantes inversiones españolas en el sector polaco de las infraestructuras, receptor de fondos europeos.
Buena parte de su encuentro con Tusk estuvo centrado en el próximo Consejo Europeo Extraordinario que elegirá a los nuevos cargos institucionales de la UE. En opinión de Zapatero, los primeros pasos de la puesta en marcha del Tratado de Lisboa deben darse “con acierto”.
Además, los dos gobiernos suscribieron un acuerdo para que ingenieros polacos se formen en España en el sector de la construcción y la gestión de los ferrocarriles de alta velocidad.