Lleva casi tres décadas dedicada al Arte y fue una de las primeras mujeres que apostó por la piedra en Jaén. Experta en cantería desde que tenía 23 años, hoy es una escultora y pintora muy reconocida y querida en la ciudad, una mujer que expresa emociones con un Arte sin pretensiones, que llega a las personas.
Yolanda García Delgado (Jaén, 1967) es Técnico Superior de Escultura. Se formó en la Escuela de Arte José Nogué, pero su primer contacto con la piedra fue en la Escuela Taller del Ayuntamiento, donde comenzó haciendo bordillos. “No me importó. Convencí al monitor para que me dejara hacer algo de Escultura, que es lo que siempre quise”, recuerda entre risas. Su primer proyecto en cantería fue la restauración de los restos de la cárcel real (arcos frente al Darymelia), junto a otra compañera, con el que ganó un premio, pero nunca se llegó a realizar. El relieve de los Reyes Católicos (frente a la Catedral) es otro de sus trabajos.
Después de años de dedicación, reconoce que la piedra manda. “Con la piedra hago lo que quiero y casi nunca lo que he dibujado. La piedra te va mandando”, dice.
Se inició en la Escultura probándose con distintos proyectos, empezando con una obra figurativa y evolucionando hacia lo emocional, expresando conceptos abstractos. “No es fácil”, reconoce.
Su pintura, de manchas, expresa estados emocionales y emociones absolutas como el miedo y el olvido, pero también la superación, como se refleja en la obra ‘Mudando la piel’, una de las más identificativas. Se decanta por materiales como la cuerda, el hierro oxidado y otros elementos naturales. “Siempre he sido muy primitiva en la forma de expresión”, afirma.
En su obra siempre se ven sus orígenes, pero también su evolución. Un ejemplo, la piedra policromada, a la que en un principio se negaba. “Tardo mucho en ver un camino nuevo en la evolución de mi obra”, afirma.
Se deja llevar y crear es para esta jienense como entrar a una cueva, un proceso “muy introspectivo, muy desde dentro”. Lejos de su cueva, su casa, su taller…sito en el corazón de la ciudad, no sabe trabajar. “No me veo en un espacio ordenado. Soy muy anárquica para trabajar”, dice.
Nunca ha podido vivir del Arte en exclusiva, pero asegura que ha cumplido su sueño y no olvida que aún hoy, en Jaén, la mujer artista está olvidada. “A las mujeres, cuesta más hacerlas visibles. Hay artistas muy potentes”, valora. Más feminista ahora que en sus inicios, nunca ha sufrido machismo, ni durante los doce años que trabajó como oficial de primera en obras de restauración de Patrimonio.
Ahora, afronta una etapa de dedicación plena a la Escultura, la Pintura y otras artes, con proyectos como un monumento público en Jódar y una exposición para Semana Santa en la ‘Fábrica del Arte’, en la capital. “Me encanta exponer en los bares. Es donde va la gente y hay que acercarles el Arte. Una escultura está viva y me gusta que la gente las toque, que se note la mano”, valora.
Si tuviera que expresar qué es Jaén, lo haría con una obra que evidenciara una ciudad que “es mucho más que un olivo”, criticando así la elección escultórica más común hasta el momento. Para ella, las esculturas “representan la idiosincrasia de una ciudad”, y Jaén, para la que pide más esculturas, es una ciudad de “gente fuerte, combativa, dura y peleona”. Por ello, a la ciudad le dedicaría una obra que representara la constancia y resistencia del jienense. “Tiramos de una ciudad que a veces se hace muy pesada y cuesta arriba. Sin embargo, todos vamos a una y eso no está representado en Jaén”, valora.
Según García, el artista expresa según dónde vive. “No puedes evitar ser de Jaén allá donde vayas. Tu ciudad forma tu sensibilidad como artista”, afirma, señalando que Jaén tiene “artistas muy buenos, a los que no se les da importancia, y a los que se les tiene abandonados”. En este sentido, explica: “En ciudades como Málaga, alucinan con lo que se hace en Jaén, pero aquí no se valora nuestro trabajo”.
Aclara que “el arte es lo que deja huella en una ciudad” y que “hay que cuidar el paisaje urbano, las calles, las formas, la estética, el color…”, reclamando innovación escultórica para la capital.