La Delegación de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores ha reducido de forma sensible el número de locales y calles afectados por el cierre adelantado de establecimientos durante la Madrugá, pasando a afectar según el último borrador a 49 calles y un número aproximado de 130 locales, según ha confirmado a Viva Sevilla el presidente de los hosteleros sevillanos, Pablo Arenas.
El último borrador que ha enviado el Ayuntamiento a la Asociación de Hosteleros de Sevilla contempla reducir de 206 a entre 120 y 130, casi la mitad, el número de establecimientos que se verían afectados por el cierre adelantado durante la Madrugá, mientras que disminuye, en menor medida, el número de calles, pasando de la pretensión inicial de 62 a 49 vías.
Estas calles, según ha confirmado a Viva Sevilla Pablo Arenas, se encuentran ubicadas en la Alfalfa, el Salvador, la Plaza de la Encarnación, el Arenal, la Plaza Nueva, la Puerta de Jerez, la Avenida Reyes Católicos y las zonas aledañas a esta última, espacios y calles del casco histórico considerados como críticos o “conflictivos” por su localización y la usual concentración de personas.
Arenas ha informado a cada uno de los asociados afectados por estos cierres para “concienciarles” sobre el necesario “compromiso con la ciudad” y el transcurrir de la Semana Santa, defendiendo la “colaboración” de los empresarios hosteleros con las autoridades.
La Tribuna de Viva Sevilla en su edición de este martes, en un artículo firmado por Pablo Arenas, ya recogía la disminución de las calles afectadas, detallando además que “sólo diez” de las incluidas en el listado inicial coincidían con las del último borrador remitido por el Ayuntamiento el pasado día 8.
Arenas, que apuntaba que fue la asociación quien tras un “trabajo de campo” ante la “inacción” municipal cifró en 206 los establecimientos afectados, aseguraba que la asociación había solicitado la “colaboración y autorregulación” de sus asociados; para el Ayuntamiento “parece que su única preocupación es la necesidad imperiosa de firmar un acuerdo, hacer una comparecencia conjunta, vender hechos consensuados, cuando una vez más son imposiciones”.
“Para nosotros no hay necesidad de firmar nada. Nuestro compromiso es con la ciudad, no con el Ayuntamiento. Sobra darnos un ultimátum”, apuntaba Arenas, que finalizaba señalando que si bien están en contra de restricciones y limitaciones, “acataremos las resoluciones que se adopten unilateralmente por el Ayuntamiento”, aunque no las compartan porque “no se arregla una enfermedad con un diagnóstico equivocado”.