El defensor de la Ciudadanía de Arcos, Pepe Salas, expuso ante el Pleno su memoria de gestión del pasado 2016, lo cual originó una primera polémica al levantarse de la sesión el grupo popular argumentando el escaso margen de tiempo para estudiar el documento, aunque, en realidad, la memoria del defensor no se somete a debate, tratándose en este sentido de una simple dación de cuentas. De hecho, el informe no fue presentado hasta las 13.30 horas del mismo día del pleno, que tuvo lugar la tarde del lunes.
Salas explicó que su memoria es un instrumento para conocer las preocupaciones principales de los arcenses y que su objetivo es solucionar en la medida de lo posible determinadas situaciones que afectan al Ayuntamiento en su relación con los ciudadanos. Por ello -aseguró-, la memoria no debe entenderse como “un pliego de acusaciones” y sí como una herramienta tendente a “una reflexión colectiva”.
Así pues, la memoria viene a exponer como ya ocurrió con la anterior que no siempre el Ayuntamiento contesta en tiempo y forma a los ciudadanos sobre sus reclamaciones y preocupaciones, como también el informe arroja que no todos los temas encuentran una solución acorde. Poco se avanzado desde 2009 en este campo, señaló el defensor desde el atril instalado junto a la presidencia del Pleno. Igualmente, se refirió a los efectos del desempleo en la población, con casos de desahucios que en algunos casos han encontrado una solución gracias a la mediación del defensor.
Sin embargo, persisten quejas ciudadanas que poco o nada tienen que ver con la situación económica y cuya solución depende más bien de la voluntad política. De hecho, el informe concluye que en ocasiones la administración local “mira para otro lado” por razones políticas o de otra índole frente a los problemas vecinales. Esta situación ha provocado la judicialización de determinadas cuestiones, lo que ha provocado a veces que el Ayuntamiento tenga que desembolsar dinero público para hacer frente a los pleitos.
En asuntos concretos, Pepe Salas volvió a referirse al eterno problema de los ruidos en la vía pública, muchas veces bajo la justificación de la necesidad de negocio de los establecimientos. En este sentido, dejó claro que los derechos individuales no se pueden alterar por los intereses colectivos, para criticar las soluciones salomónicas que el Ayuntamiento ha querido aportar cuando se trata de fiestas en espacios públicos.
Sin embargo, el defensor admitió que el equipo de Gobierno socialista pone actualmente más voluntad para acabar con comportamientos incívicos aceptados socialmente, aunque insistió que esos comportamientos no deben imponerse al sufrimiento de una minoría.
En sus peticiones, Salas reclamó a los grupos de la oposición que abandonen la demagogia cuando el Ayuntamiento tome alguna decisión en favor de esas minorías que sufren ruidos. Igualmente, hizo un alegato en defensa de la institución que representa al considerar que es un elemento imprescindible en el contexto democrático, aunque su intención es retirarse en breve -tiene 72 años de edad- para dar paso a otra persona.
A partir de ahí, el defensor se dedicó a justificar con la historia en la mano la existencia de su oficina, pues ya en la E.M. existía la figura del síndico personero, un equivalente al actual defensor, que sin embargo fue depuesto y repuesto en varias ocasiones a través de la historia en función a los intereses de los gobiernos de turno. Pepe Salas terminó el resumen de su memoria citando a Albert Einstein, cuando dijo aquello de que la vida es peligrosa, pero no por los que hacen el mal, sino por los que se sientan a contemplarlo.
Los datos
Durante 2016 el defensor ha atendido a 446 vecinos con distintas quejas. Sólo el caso de la barriada San José se ha llevado hasta 104 consultas. Estos vecinos sufren malos olores a las puertas de sus viviendas e incluso han estado pagando una depuración de aguas que no les corresponde. Salas agradeció el papel de la presidenta. Como que el defensor tiene su origen en la federación vecinal, agradeció el papel del colectivo y, especialmente, de Juan Villanueva como un vecino que ha luchado como pocos en contra de los ruidos en la calle a pesar de tener más de 80 años. También citó a José María García por su lucha contra la usurpación de vías pecuarias.
La opinión de los grupos
Aunque la memoria no se sometía a debate, sí que dio pie a la reflexión de los grupos. Desde Arcos en Común, su portavoz, Susana Pérez, felicitó el papel del defensor, mientras que Ai-Pro le recriminó a Salas que hubiera sido un detalle por su parte haber entregado la memoria con mayor antelación, como también se quejó de que los problemas sanitarios de la población no tengan reflejo en el informe. No obstante, el documento es del ejercicio de 2016, cuando no había estallado la polémica con el concierto sanitario con Armario. De hecho, el médico y varios de sus trabajadores asistieron al Pleno.
Desde el Gobierno, la portavoz Ana Carrera defendió el papel de Salas y se comprometió a mejorar si cabe la relación del Ayuntamiento con los ciudadanos. A todo, el propio defensor -por alusiones- señaló que durante 2016 no se produjo queja alguna en su oficina por los servicios sanitarios. Igualmente, arrojó un dato esclarecedor sobre su gestión: la oficina ha costado a las arcas públicas 511 euros en 14 meses. Sin embargo, señaló no sentirse a gusto en el cargo porque no fue elegido por unanimidad. El alcalde, Isidoro Gambín, le respondería que él sí se siente a gusto con el trabajo del defensor, por lo que lo animó a seguir adelante.
Gambín aprovecharía para recordar que desde el Gobierno se trabaja por mejorar la asistencia sanitaria en Arcos con independencia de la plataforma que se ha creado a tal efecto.