Rubén Castro ha recibido este jueves un nuevo golpe judicial por parte de la Fiscalía, en el proceso que imputa al ariete bético por cuatro delitos de maltrato y un quinto de amenazas leves hacia su exnovia, ya que se considera que la habría agredido físicamente en cuatro ocasiones y le habría mandado un mensaje de texto amenazante a su teléfono móvil particular.
Con estas bases penales sobre la mesa, el Ministerio Público ha solicitado, en primer lugar, por un delito de amenazas, nueve meses de prisión, privación del permiso para la tenencia o porte de armas por dos años y prohibición de comunicación o que se acerque a la víctima o lugar donde ésta resida por un periodo de un año y nueve meses, según informaron fuentes judiciales a Europa Press.
Asimismo, y en el escrito de acusación elevado al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3, la Fiscalía solicita para el futbolista cuatro meses de cárcel por cada uno de los cuatro delitos de maltrato, así como privación del permiso para la tenencia o porte de armas por tiempo de dos años y prohibición de comunicarse o acercarse a la víctima a lo largo de un periodo de un año y cuatro meses.
En este sentido, la Fiscalía ha precisado además una indemnización para la exnovia por parte de Rubén Castro de 360 euros.
Cantidad simbólica que lógicamente no requiere de un gran desembolso para el acusado en cuestión; y que únicamente completa la pena de cárcel que; eso sí, en el entorno del jugador, se contempla como una posibilidad remota de que se cumpla.
Sin embargo, sí existe una lógica preocupación de cara a un futuro a medio o largo plazo, de que se produzca la condena al término del juicio que ha de celebrarse y eso resulte contraproducente para el canario, a la hora de seguir vistiendo la elástica bética, algo que supondría una seria diatriba tanto para Rubén Castro como para el Betis.
Un enfoque que la entidad deberá afrontar; si es que llega el momento tras una hipotética sentencia desfavorable, con el hándicap que presenta una situación tan delicada en este tipo de circunstancias. El caso de Rubén Castro va a dar que hablar y el beticismo, espera que dichas vicisitudes, no mermen el rendimiento a nivel deportivo de su futbolista más determinante.