El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha señalado este jueves que "la temporalidad es inherente" a la naturaleza de la previsible nueva misión de la OTAN en Afganistán a partir de 2015, de modo que ha asegurado que España "no pretende eternizar" su presencia en dicho país y los medios que aportará serán "limitados".
Aunque la nueva misión aliada --denominada Resolute Support (Apoyo Decidido)-- "sigue en pausa" a la espera de que el nuevo presidente afgano cierre los acuerdos pendientes con Estados Unidos, Morenés ha explicado que la OTAN no ha parado en ningún momento la planificación de la futura misión ni tampoco se ha planteado planes de contingencia alternativos.
El establecimiento de la misión post-ISAF --como se ha llamado hasta ahora a la operación que ha mantenido la OTAN en Afganistán los últimos 12 años-- "sigue siendo la primera opción y la preferida para todas las naciones aliadas y socios contribuyentes", ha afirmado el ministro durante su comparecencia ante la Comisión de Defensa del Senado.
En lo que respecta a la aportación que haría España a dicha misión, ha remarcado que en todo caso serían "capacidades reducidas, con un horizonte temporal limitado y un despliegue temporal claro". "La temporalidad es inherente a la propia naturaleza de la misión, por cuanto pretendemos no eternizar nuestra presencia allí, y que, una vez se dé por concluida, se vertebre la relación OTAN-Afganistán mediante un partenariado a largo plazo", ha subrayado.
POCOS EFECTIVOS
Así pues, y a distintas preguntas de los senadores sobre este asunto, Morenés ha especificado que el contingente español que se quedaría en Afganistán a partir de 2015 sería de "poca gente" y estaría limitado a las áreas de Herat, donde ya gestiona el aeropuerto civil y militar, y el cuartel general de la misión en Kabul.
Eso sí, el ministro ha dejado claro que siempre y cuando el país que ostenta el Mando Oeste, Italia, continúe también en el país asiático. "Nosotros no vamos a seguir si todos los demás se van", ha indicado.
Morenés ha hecho todas estas consideraciones durante su explicación ante la Comisión de Defensa del Senado de la última reunión de ministros de la OTAN los pasados 3 y 4 de junio en Bruselas, donde se abordaron muchas cuestiones además de la de Afganistán.
Uno de los asuntos que ha destacado el ministro ha sido el esfuerzo presupuestario que aportan los países miembros a la Alianza Atlántica. De hecho, ha señalado que después de las "continuas quejas" que han manifestado tanto desde la Secretaría General de la OTAN como desde el Gobierno de Estados Unidos por el descenso en los presupuestos de defensa de los países en los últimos años, se ha vuelto a presentar la idea de fijar un porcentaje de gasto en relación con el PIB.
VOLVER AL GASTO PREVIO A LA CRISIS
Para el ministro, el "esfuerzo económico en defensa" de España, especialmente el dedicado a la inversión, "debería ir retomando, a un ritmo razonable y consecuente con la evolución económica del país, los niveles y porcentajes relativos previos a la crisis".
No obstante, y aunque el baremo del PIB le parece "razonable", opina que en la OTAN se deberían tener en cuenta "otros parámetros de medida más allá del mero porcentaje económico", como por ejemplo los llamados "indicadores de compromiso", tales como "la participación directa en las operaciones de interposición, mantenimiento e imposición de la paz o la capacidad de preparación y alistamiento de los efectivos".
De hecho, Morenés ha recordado que "España es, en relación a su tamaño y peso económico y demográfico, muy apta en capacidades de alta intensidad y desplegables".
En todo caso, ha insistido en que "imponer un objetivo porcentual que no tenga en cuenta la situación actual, el punto de partida en el que nos hallamos, sería simplemente establecer un buen propósito para condenarlo a la melancolía".