La auténtica solidaridad no hace distinción entre credos, razas u orientaciones ideológicas de cualquier tipo, y es esto precisamente en lo que se basa la colaboración que, desde hace algo más de dos años, mantienen el Banco de Alimentos y la Comunidad Musulmana de El Saladillo.
El portavoz del Banco de Alimentos, José Cabello, recordaba que esta colaboración nació de la necesidad de dar una respuesta específica a estas personas. Hasta ahora, los servicios de los Cáritas parroquiales cubrían también esta parcela, pero se pensó que tal vez sería más efectiva esa ayuda si se prestaba desde alguien que tuviese esa cercanía y entendimiento necesarios.
Así, el presidente de la comunidad musulmana, Kamal Cheddad, se prestó para hacer este trabajo, y hoy atienden a unas 300 familias de las barridas de El Saladillo, La Piñera y Cortijo Vides, principalmente. Asimismo, también prestan servicio en San García con la mediación del padre Juan Carlos.
Servicio básico
La Comunidad Musulmana de El Saladillo recibe unas tres toneladas de comida cada tres meses, lo que le permite abastecer a unas 300 familias de la zona. Para realizar su actividad, se costean con fondos propios el alquiler de 160 euros de un local que utilizan como almacén en la calle Federico García Lorca, así como el medio de transporte que utilizan para llevar la comida y su combustible.
Para esta tarea, cuentan también con la colaboración de dos mujeres de nacionalidad española, Rocío Palma y Lidia Molina, voluntarias que prestan un servicio fundamental para que la comunidad pueda llevar a cabo su cometido.
Sin embargo, en el actual contexto de crisis económica, la demanda de este tipo de ayuda ha crecido exponencialmente. Ello ha provocado, según indicaba Kamal Cheddad, que haya “familias que quieren apuntarse al reparto de alimentos, y sin embargo no haya suficiente. Queremos dejar a todo el mundo contento”, se lamentaba Cheddad, por lo que apuntó la necesidad de establecer un límite en la atención a personas.
“Agradecemos el trabajo del Banco de Alimentos, por lo que pedimos que sigan prestándonos su ayuda, como hasta ahora”, indicaba Cheddad. Además, resaltó que los familiares “no pagan nada” por recibir sus bolsas de alimentos. Simplemente reciben unas bolsas donde se les suministra la comida.