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Almería

Multa al hermano y al amigo de senegalés Max por quemar contenedores en la protesta por su muerte

El juez rechaza imponer la pena de cárcel y expulsión que solicitó el fiscal

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El Juzgado de lo Penal número 3 de Almería ha condenado al pago de una multa de seis meses a razón de seis euros al día a los dos ciudadanos senegalés, entre ellos el hermano del fallecido Maguette Fall, alias 'Max', acusados de prender fuego a dos contenedores de basura durante la concentración celebrada el 23 de febrero en la Ciudad de la Justicia para pedir explicaciones por la muerte de Max, cuyo cadáver fue encontrado en la playa casi dos semanas después de que desapareciera al huir de la Policía Nacional.

   El magistrado Manuel José Rey rechaza imponer a Fara F. y Matar F. la pena de 15 meses de prisión interesada por el fiscal y decretar la expulsión tal y como pidió subsidiariamente al considerar que, con su acción, ninguno de los dos puso en peligro la vida o integridad de otras personas, y estimar que tampoco quedó probado durante el juicio que hubiera riesgo de propagación a otros bienes o edificios colindantes.

   La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se aviene a lo argumentado por la defensa de ambos jóvenes, de 28 y 34 años, y sostiene que no procede considerar los hechos como un delito de daños agravados ya que, pese a que se utilizó líquido inflamable, los dos contenedores se quemaron "en el centro de la vía pública con separación de los viandantes, de los vehículos y de los edificios, estando incluso cortado el tráfico rodado".

   Para fundamentar el fallo, el juez alude a una sentencia del Tribunal Supremo (TS) que indica que "no es suficiente la causación de un fuego para la apreciación de la agravación, sino que es necesario que tal fuego genere un riesgo de propagación" y rechaza tanto la pena de cárcel como la expulsión del territorio nacional de ambos, con residencia irregular en España.

   Según se recoge en los hechos probados, Fara F. y Matar F. se concentraron en compañía de un grupo de personas frente a la Ciudad de la Justicia de Almería en protesta por la muerte de su compatriota, Maguette Fall, alias 'Max'. En el transcurso de esta, ambos, "de común acuerdo y guiados por el ánimo de menoscabar bienes de propiedad ajena", Matar F. roció con líquido inflamable dos contenedores que se hallaban en una de las vías públicas adyacentes mientras que Fara F. les prendía fuego.

   Los dos contenedores ardieron aunque las llamas --añade-- fue sofocado por una unidad de los Bomberos que se personó a "los pocos minutos" en el lugar "sin que se pusiera en peligro la vida o integridad de otras personas, ni hubiera riesgo de propagación a otros bienes ni a los edificios colindantes". El magistrado alude como pruebas de cargo la testifical de los tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la grabación audiovisual de la concentración, a la que asistieron medio centenar de personas.

   El juez desestima, por otra parte, que concurra en este caso la atenuante de alteración psíquica debido a la situación emocional sufrida ante la pérdida de un familiar e impone el pago solidario de 2.226,70 euros a la concesionaria municipal Urbaser al haber quedado "inutilizados" los dos contenedores.
DESAPARICIÓN

   Maguette Fall, alias 'Max', desapareció en la madrugada del 11 de febrero tras emprender la huida después de que agentes de la Policía Nacional procediesen a pedirle documentación cuando transitaba por la Avenida de Cabo de Gata y después de haberse ocultado tras unos vehículos. Fue tras mostrar un carné de estudiante universitario cuando emprendió la huida a lo largo de la cual que dejó varias prendas sobre la arena de la playa. Salvamento Marítimo y Cruz Roja activaron un dispositivo para tratar de encontrarle en el agua aunque este se saldó sin éxito

   La jueza que instruye la diligencias por el fallecimiento ofició hace una semana al Instituto de Medicina Legal (IML) para que aclarase las discrepancias sobre la fecha de la muerte que se dan entre el informe emitido en el levantamiento del cadáver y el informe preliminar de autopsia. En primer informe, dictado el 22 de febrero, el forense señaló que el estado de fenómenos cadavéricos en el cuerpo del joven Max revelaba una data de la muerte que "no coincide" con los 12 días que habían transcurrido desde su desaparición y apuntaba que el deceso se había producido en un rango temporal de entre "tres y cinco días antes".

   El segundo estudio, una vez realizada la autopsia que descartó signos de violencia y fijó como causa de la muerte "asfixia por sumersión", recogía que la muerte era "compatible" con la fecha en la que se perdió su rastro, en la madrugada del 11 de diciembre de 2012.

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