El profesor Piñero (catedrático emérito de la Universidad Complutense) es, además de un enamorado de Sanlúcar, una autoridad internacional en materia de Estudios Bíblicos. El jueves 25 de octubre, a las 20:30h., y en el Palacio Ducal de Medina Sidonia, impartirá una conferencia sobre ‘Los Orígenes del Cristianismo’, actividad organizada por la Delegación municipal de Cultura, la Fundación Casa de Medina Sidonia y la Asociación de Amigos del Libro y las Bibliotecas ‘Luis de Eguílaz’.
—¿Profesor Piñero, desde cuándo su vinculación con Sanlúcar? asdf asdf asdf sdf asdf egunta?
—Desde toda la vida porque he nacido en Chipiona, y de una manera especial cuando trasladé mi casa de verano a Sanlúcar en 1978.
—Cuenta usted con una amplia trayectoria académica. ¿Cuántos años de docencia e investigación? Trabajar desde el ámbito universitario, ¿confiere a su investigación una total independencia respecto a cualquier organización religiosa?
—Llevo 41 años en la Universidad Complutense. En principio sí, aunque la independencia total no existe porque sin querer somos presa inconsciente de nuestros propios prejuicios.
—¿Cuántos años dedicado a los estudios bíblicos desde la perspectiva de la Historia y la Filología?
—Los mismos que llevo en la Universidad. Toda disciplina científica es inabarcable. Alguien dijo: “Doy todo lo que sé por el 5% de lo que ignoro”.
—¿Queda mucho por descubrir en este campo? ¿Cómo pueden modificar nuestro panorama intelectual los nuevos descubrimientos en este terreno, tan interesante como sensible?
—Podría cambiar mucho nuestro panorama del Nuevo Testamento si se descubrieran copias auténticas de evangelios muy primitivos, por ejemplo, la llamada “Fuente de los dichos” de Jesús.
—Su campo de especialización no es muy usual en España. ¿Es un ámbito de peso en el panorama general de la Historia de la Antigüedad en nuestro país? ¿Cuenta con “cantera”, con investigadores que sigan la estela de maestros como usted?
—En la universidad pública española es totalmente inusual. En facultades de Teología de la iglesia es ciertamente más común, pero son estudios confesionales, lo que les resta libertad para investigar. La investigación independiente es muy escasa. Por si fuera poco, la iglesia y algunos periodistas la cubren con un manto de silencio. Hay cantera, pero muy escasa porque la Universidad no ofrece puestos docentes para estas disciplinas.
—Es un campo de estudio no exento de cierto halo de misterio, a la par que de inquietud: parece que cada descubrimiento que se hace en este terreno hace saltar las alarmas de determinados sectores sociales. ¿Es tan inquietante la Historia?
—El peso de la tradición ha distorsionado los orígenes del cristianismo. El lema de mi página web es precisamente: “En el cristianismo primitivo, casi nada es como parece”. Al hacerse públicos los resultados de una investigación independiente saltan las alarmas porque el ser humano tiende a la comodidad de conservar el depósito de la tradición. El esfuerzo por buscar la verdad es a veces inquietante.
—Centrándonos en Sanlúcar: su conferencia del año pasado atrajo a un numerosísimo público; este año el Ayuntamiento, a través de la Delegación Municipal de Cultura, la Fundación Casa de Medina Sidonia y la Asociación de Amigos del Libro “Luis de Eguílaz” han vuelto a citarlo a Vd. con una conferencia sobre “Los Orígenes del Cristianismo. 22 Tesis”, que se impartirá el próximo jueves 25 de octubre, a las 20.30 en el Palacio Ducal de Medina Sidonia. ¿Cómo fue la experiencia del año pasado?
—Fue magnífica. Contemplar la sala del Palacio Ducal absolutamente rebosante de un público atentísimo, casi sin pestañear, durante más de hora y media es un espectáculo emocionante. Y al final también lo fueron las muestras de cariño de tantos amigos para estrecharme la mano.
—De cara a este año, ¿por qué “Los Orígenes” del cristianismo, en plural. ¿Es que hay más de un origen?
—El cristianismo nace solo después de la muerte de Jesús como reinterpretación de su vida y misión; allá donde se juntaran grupos de discípulos con suficiente entidad, nacía una reinterpretación de Jesús con tonalidades diferentes, a veces contradictorias. Por ello el cristianismo nace como una entidad plural por lo que es más exacto emplear el plural, los cristianismos.
—Y, ya para finalizar, ¿qué sabemos -históricamente- de la figura de Jesús? ¿Puede decirse, desde una perspectiva histórica, que Jesús existió?
—De Jesús sabemos que muy probablemente existió. He publicado un libro: “¿Existió Jesús realmente?”, editorial Raíces, Madrid, 2009, precisamente para fundamentar una respuesta positiva. El 99% de los investigadores actuales opina que Jesús de Nazaret existió realmente. Pero preciso: una cosa es la existencia histórica de un personaje y otra muy diferente su reinterpretación; ahí está la clave. Las figuras que nacen de algunas de esas interpretaciones son productos mentales que nunca han existido. La crítica histórica puede, sin embargo, descubrir los rasgos históricos fundamentales del personaje Jesús. Lo que sabemos de él es poco; pero es lo suficiente como para decir que fue un maestro de la ley, un sanador y exorcista, un profeta y anunciador de la inmediata venida del reino de Dios. Sintió que tenía un especial contacto con Dios pero –opino- nunca se creyó Dios.
