La Policía Nacional ha detenido a 49 presuntos miembros de una "peligrosa" banda dedicada al tráfico de drogas y al robo violento a otros traficantes, conocido como “vuelco”, que operaba en las provincias de Alicante, Albacete, Murcia y Granada, haciéndose pasar por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y usando armas.
Los arrestados, quince de los cuales han ingreso en prisión, están acusados de los delitos de tráfico de drogas, robo con violencia e intimidación, pertenencia a organización criminal, maltrato animal, falsificación de moneda y tenencia ilícita de armas.
Uno de los cabecillas de la trama disponía de diversas empresas, algunas de ellas sin ningún tipo de actividad económica, a través de las cuales supuestamente blanqueaba el dinero obtenido del tráfico de drogas.
Además, uno de los apresados estaba fugado de la justicia por delito de homicidio y el grupo tenía una vivienda donde se celebraban peleas clandestinas de gallos, en las que los animales eran drogados para ese propósito. Los agentes han recuperado 40 gallos con síntomas evidentes de haber sido maltratados.
Fuentes de la Policía Nacional han informado este lunes en un comunicado de que "se trata de un entramado delictivo asentado en las ciudades de Alicante y Elche", que destacaba por la violencia con la que llevaba a cabo los robos.
La operación policial ha requerido de varios meses de investigación y se ha desarrollado en diferentes fases.
Se han practicado 34 registros en la provincia de Alicante en los que se han incautado 25,6 kilos de marihuana, 43,6 kilos de hachís, 300 gramos de cocaína, 144 gramos de metanfetamina, 10 armas de fuego, 75.000 euros en efectivo, 14.800 euros en billetes falsificados, 20 vehículos y diversos terminales electrónicos. También se han bloqueado numerosas propiedades adquiridas con dinero proveniente de su actividad ilícita.
Los investigadores descubrieron que los componentes de la banda empleaban armas de fuego y una gran violencia a la hora de realizar los “vuelcos”, causando lesiones graves a sus víctimas para amedrentarlas y conseguir que les indicasen dónde tenían escondidos el dinero y la droga.