Nuevo revés económico para el Ayuntamiento de Torremolinos, que tendrá que devolver una subvención de la Junta de Andalucía, que asciende a 300.000 euros, y que iba destinada a construir el ascensor panorámico del parque de La Batería.
Así lo ha denunciado el PP, en nombre de su viceportavoz Gloria Manoja Bustos, a través de una nota de prensa. Según detalla la edil popular, en febrero de 2018, la Consejería de Turismo concedió a este consistorio un primer pago de la subvención por valor de 208.154 euros, tras lo que se abrió una primera convocatoria de contratación de las obras de ejecución, que quedó desierta. Ya en la segunda convocatoria, “se le adjudicó a una empresa que finalmente no realizó la obra”, detalla.
Un año más tarde, la empresa constructora adjudicataria, al realizar el replanteo, “comprobó que dichas obras no se ajustaban al Proyecto Inicial, por lo que la dirección facultativa no autorizó el comienzo de los trabajos”.
Tras dos solicitudes de prórroga, la Consejería de Turismo denegó una tercera y finalmente inició el procedimiento de reintegro de la cantidad abonada, así como de los intereses derivados que ascendían a 13.173,58 euros, según detallan los populares. Asimismo, según Manoja, la Consejería estableció que la documentación aportada era “confusa e incompleta respecto a las variaciones en el proyecto inicialmente aportado y, que tras varios requerimientos de documentación y aclaraciones por parte del ente autonómico, el nuevo proyecto no fue aportado por parte del consistorio”.
Con fondos europeos
A mediados del pasado mes de diciembre, el equipo de gobierno de Torremolinos ya informó que el ascensor panorámico de 33 metros, destinado a conectar la avenida Carlota Alessandri con el parque de La Batería, se construiría financiado por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER).
El Ayuntamiento fundamentaba este cambio en que no pudo materializarse la construcción de esta estructura “debido a diversos problemas técnicos que han ido sucediendo durante estos dos años”. Entre estos motivos se encontraba la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, “sin el cual no se podría iniciar la licitación de la obra”. A esto había que sumarle que el concurso público quedó vacío, por lo que tuvieron que “ajustar el pliego de condiciones”. Sin embargo, al comienzo de la obra, aparecieron en los terrenos diferentes canalizaciones de fibra óptica pertenecientes a Telefónica y que suministran a la vecina Benalmádena. Finalmente, la empresa adjudicataria anunció que la entrega se haría en un plazo superior a la fecha límite, por lo que se solicitó un nuevo receso, suspendiendo el contrato para que no se multase a la empresa.
