La fuente de la eterna juventud ha sido buscada por todas las civilizaciones pero, a día de hoy, el inexorable paso del tiempo hace que vayamos cumpliendo años y que lleguemos a la tercera edad necesitando, en la mayoría de los casos, que nos cuiden. Vamos perdiendo poco a poco nuestras capacidades, tanto físicas como mentales, y llega un momento en que se hace muy difícil ser independiente y llevar nuestra propia casa.
Ante esta situación, a los familiares se le plantean numerosas dudas y hay decisiones que tomar, en ocasiones nada fáciles, pues a veces lo que queremos hacer con lo que realmente podemos hacer no se corresponden y llegan los conflictos emocionales.
En la actualidad es realmente difícil hacerse cargo de los familiares mayores, aunque realmente deseemos hacerlo, pues apenas sí podemos llevar para adelante el trabajo y el cuidado de nuestros hijos, ya que en la mayoría de los hogares ambos progenitores trabajan, sin contar con los, cada día más numerosos, casos de familias monoparentales.
Cuando a este trajín diario hay que sumarle la atención y dedicación que necesita una persona adulta que ya no se vale por sí misma, lo más habitual es recurrir a servicios externos que nos ayuden a cuidar de ellos o incluso pensar en la internación en una residencia para ancianos.
Todas estas decisiones hacen que se nos planteen debates morales y a menudo aparecen situaciones dolorosas, tanto para los familiares como para los ancianos que o bien no quieren abandonar su hogar o aún piensan que pueden valerse por ellos mismos.
Una de las soluciones menos drásticas suele ser la
asistencia a personas dependientes en su domicilio, así de esta forma pueden ser atendidas sin ser sacadas de su zona de seguridad y confort, ese lugar que ha sido su hogar y donde se siente reamente a gusto y tranquilos.
MIT, la empresa de
asistencia a domicilio en Madrid dedicada al
cuidado de personas mayores ofrece todo tipo de servicios que se adaptan perfectamente a las necesidades particulares de cada caso. Todo el personal que compone su plantilla está titulado y está perfectamente cualificado para la labor que desempeñan.
Sus servicios se desarrollan en hospitales, cuidando de los enfermos mientras permanecen ingresados, en los domicilios, acompañando, custodiando la toma de medicamentos, haciendo labores de limpieza y aseo personal… y también en las residencias, visitando a los mayores y brindándoles momentos de ocio o cubriendo necesidades específicas que la propia residencia no otorga.
Consejos para cuidar de las personas mayores en casa
Si nos decidimos por cuidar de nuestros mayores en el hogar, hay una serie de consejos que nos pueden ser realmente útiles para que la rutina diaria sea más fácil y llevadera para todos. Para las tareas que no podamos atender, lo mejor será siempre contar con apoyos externo y personal cualificado, para que tengamos la absoluta certeza de que nuestros seres queridos están en buenas manos.
Como ya dijera Charles Dickens,
el hombre es un animal de costumbres, más aún llegada cierta edad en la que nos hacemos más vulnerables. Establecer una rutina diaria nos proporciona tener el conocimiento sobre lo que va a ocurrir en cada momento y esto es sumamente importante para nuestros ancianos, que notan a medida que pasa el tiempo como van perdiendo el control de todo.
Es por tanto bastante útil fijar horarios para las comidas, el baño, ir a dormir, así como para las actividades de ocio, como pueden ser los paseos o ir a al parque y ver a los amigos. Es muy importante mantenerlos socialmente conectados, así que deben relacionarse activamente con los miembros de la familia y con sus conocidos, haciendo actividades recreativas juntos, como jugar a las cartas o practicar algún ejercicio, todo dependiendo de las posibilidades individuales de cada caso.
Adaptar la casa a esta nueva situación de dependencia y edad avanzada es sumamente importante para evitar correr riesgos totalmente innecesarios. Acciones tan simples como instalar una barra en la ducha para que puedan apoyarse o adhesivos antideslizantes en la placa de ducha pueden evitar caídas que pueden ocasionar daños fatales.
Otro pilar fundamental es no descuidar la dieta, que sea sana y equilibrada en todo momento. Con el paso de los años, los mayores suelen acostumbrarse a ingerir cada vez menos cantidad de alimento y, no solo eso, sino a consumir siempre los mismo, convirtiéndose su dieta en una ingesta habitual carente de la cantidad de nutrientes esenciales necesarios para que se mantenga sano física y mentalmente.
Debemos ocuparnos de que su dieta sea variada y, como recomendación general, baja en grasa y sal, pero evidentemente en cada caso habrá que estudiar una dieta o unas pautas de alimentación más específicas atendiendo a su salud en particular.
Estimula su mente con juegos, pasatiempos, adivinanza y anímalos siempre a que participen en actividades lúdicas, ya sea en casa o fuera, en centros de mayores o con amigos, manteniéndose siempre conectados y socialmente activos. No hay nada mejor para combatir la pérdida de movilidad y de memoria que relacionarse a diario y no quedarse aislado.