Diez años después de la aprobación de la Ley de Identidad de Genero, que permitió a los transexuales poder cambiar de nombre y sexo en el Registro Civil sin someterse a cirugía, el colectivo LGTB reclama una norma integral que cubra todos sus derechos y acabe de una vez con la discriminación.
Hoy celebra el Día de la Visibilidad Trans la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) para reivindicar la importancia que tuvo aquella ley "pionera y referente mundial", si bien nació "mutilada", dejándose fuera aspectos como los menores o los extranjeros.
Una ley que abrió las puertas a las normas autonómicas que vinieron después, desde Navarra en 2009 hasta Madrid en 2016, y que supuso que los trans pudieran cambiar de nombre en un folio nuevo y no con anotaciones al margen o la eliminación del requisito de pasar por quirófano para poder hacerlo.
Sin embargo, mantuvo otros como la introducción de plazos o la exigencia de una acreditación por parte de un médico de que la persona sufría "disforia" de género.
"Esa ley vino a satisfacer la desazón y la gravedad de vivir toda una vida sin identidad legal, pero posteriormente ha sido una ley para no recordar por sus muchos sinsabores", ya que, asegura, los ha tratado como si estuviesen afectados por una patología "e incluso nos ha convertido en sospechosos de sufrir una enfermedad mental", relata a Efe Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma por los Derechos Trans.
De ahí que exija, al igual que la FELGTB, una ley integral que ofrezca "respuestas específicas a la situación de vulneración" en la que viven miles de transexuales en los ámbitos educativo, laboral o sanitario, entre otros, y que repare "el daño histórico y sistemático" que han sufrido los transexuales.
La falta de una ley estatal, asegura este colectivo, fomenta su discriminación dependiendo de la comunidad autónoma en la que resida, algo que "entra en conflicto con la propia Constitución", destaca Cambrollé, que prefiere celebrar el Día de Visibilidad Trans el 31 de marzo porque hacerlo hoy es una visión "partidista".
Por eso no ven suficiente la proposición de ley que el PSOE registró el pasado febrero para reformar la Ley de Identidad de Género, en la que plantea la eliminación de cualquier requisito médico o que los menores transexuales de 16 años puedan modificar en el registro civil la referencia a su nombre y su sexo, al igual que los inmigrantes.
Aunque comparten al "cien por cien" el contenido de esa iniciativa, no deja de ser una reforma de una ley del Registro Civil, y lo que hace falta es una normativa de carácter nacional que incluya la despatologización de la transexualidad y el derecho a la autodeterminación de género.
La FELGTB presentó el año pasado su propio borrador de ley integral contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género para acabar con "siglos de estigma" y alcanzar la igualdad real y efectiva de este colectivo, que aún hoy sigue siendo víctima de agresiones y otros delitos de odio.
El borrador, que incluye medidas en el ámbito laboral, sanitario, familiar, educativo o de la administración de justicia, a la vez que aborda la violencia intragénero, el derecho de asilo, la cooperación internacional, las Fuerzas Armadas o la intersexualidad, está siendo actualmente negociada con todos los grupos parlamentarios.
Desde la Federación confían en que los trámites parlamentarios puedan iniciarse pronto y añadir un motivo de celebración al próximo World Pride, que por primera vez se celebrará este año en España.