La Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) ha advertido de que la nueva prueba práctica para sacarse el carné de conducir que entró en vigor en enero está trayendo "muchos inconvenientes y perjuicios" a los propios examinadores y a los alumnos, debido a la obligación de continuar con el examen práctico a pesar de que el alumno haya cometido ya suficientes faltas como para ser suspendidos.
"Desde el pasado mes de enero en el que entraron en vigor los cambios en el examen del permiso de conducir, los examinadores nos vemos obligados a realizar algo, que cuanto menos, resulta irracional y fuera de todo sentido común: continuar la prueba cuando el alumno ya ha suspendido el examen", ha indicado la asociación, que ha recordado que ya antes de que entrada en vigor advirtió de que era "una medida cuyas ventajas eran prácticamente inexistentes".
Asextra ha indicado en un comunicado que el caso más reciente de estos "inconvenientes" ha ocurrido esta misma semana en la provincia de Málaga. Una alumna, que ya se había presentado en cinco ocasiones anteriores, comenzó su examen y nada más salir, incumplió una señal de reglamentación, en concreto la 'R-400 a', de sentido obligatorio a la derecha.
El profesor no apreció causa suficiente para intervenir y el examinador se vio obligado a continuar la prueba, a pesar de anotar la correspondiente falta eliminatoria. Los restantes 24 minutos se desarrollan con normalidad y sin problemas. Al llegar al final de los 25 minutos y dar por concluida la prueba, el examinador se vio obligado a comunicar el "no apto" y dar una breve explicación de donde ocurrió tal falta.
Según Asextra, la frustración de la alumna en ese momento la llevó a tener un ataque de ansiedad y dado su estado, tuvo que venir una ambulancia para trasladarla al Hospital, en donde fue dada de alta al poco tiempo. La asociación ha indicado que casos de este tipo o similares están "sucediendo en la mayoría de las provincias" desde que entró en vigor la nueva prueba.
"¿Qué necesidad hay de someter al alumno a esta especie de tortura, alargando el examen y creándole falsas expectativas de que lo está haciendo todo bien, cuando en base a los criterios de calificación de la DGT, ya está suspendido?", se preguntan los examinadores, que señalan que este caso de Málaga fue un ataque de ansiedad, "pero puede dar pie a una agresión o cualquier otro incidente no deseable".
"La obstinación de la DGT en este asunto raya la necedad y resulta incomprensible e incluso peligroso para examinadores y alumnos", han subrayado. Por ello, han pedido a la Dirección General de Tráfico (DGT) que reflexione "seriamente" sobre este asunto y valore los "enormes perjuicios" que esta medida está acarreando a examinadores y alumnos.
Por otra parte, el presidente de Asextra, Joaquín Jiménez, ha lamentado en una entrevista a la revista 'Travesía' de la Editorial Etrasa recogida por Europa Press, que, en algunos casos, el número de pruebas que el examinado tiene asignado para realizar en una jornada "es excesivo para realizar un examen de calidad". "La DGT debe tomar conciencia de que no puede mantener dentro de un vehículo a un examinador practicamente sin poder ir al baño o simplemente para poder estirar la piernas", ha indicado.
En general, ha lamentado que España sea "uno de los pocos países" del entorno europeo quye no obliga a los aspirantes al permiso de conducir a acudir a una autoescuela y acreditar un mínimo número de clases antes de someterse a las pruebas. "Aquí la cultura es otra y en muchas ocasiones se viene sólo y exclusivamente a superar la prueba del modo que sea", ha indicado.