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El Rey dice que está "divinamente", aunque los médicos le recomendaron que tenga "cuidado"

Así lo ha explicado el monarca a los periodistas una vez finalizado los discursos en el Salón del Trono del Palacio Real

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El Rey Don Juan Carlos ha asegurado este domingo que se encuentra "divinamente", pese a que ha tenido que apoyarse en dos muletas durante la celebración de la Pascua Militar, en el Palacio Real. Según ha dicho, las usa por indicación de los médicos, que le han pedido que tenga "cuidado" porque va "deprisa" en su recuperación de la última operación de cadera a la que se sometió el pasado noviembre.

   Así lo ha explicado el monarca a los periodistas una vez finalizado los discursos en el Salón del Trono del Palacio Real, antes de dirigirse al Salón de Columnas, donde, con un vino de honor junto a las autoridades militares y civiles asistentes, se pondría fin a la celebración de la Pascua Militar.

   Don Juan Carlos abandonaba el Salón junto a la Reina y los Príncipes ayudado de dos muletas cuando ha bromeado con los periodistas que disparaban sus cámaras de fotos: "No soy el único", ha dicho. Después, les ha felicitado el año y cuando se le ha preguntado cómo se encontraba ha respondido: "Me encuentro divinamente".

   Dicho esto, ha hecho un gesto hacia sus muletas, levantándolas ligeramente, y ha comentado que los médicos le han recomendado que vaya "con cuidado" porque va "deprisa" y ha asegurado que tiene "ganas de mejorar".

CAMBIOS EN EL PROTOCOLO POR SU CONVALECENCIA

   Precisamente la convalecencia del Rey por la intervención quirúrgica del pasado 23 de noviembre ha introducido este año cambios de protocolo en la celebración, que han reducido su duración a algo  menos de una hora. Los actos públicos, que finalizan con los discursos, se desarrollaron en poco más de 30 minutos.

   En concreto, este año se ha eliminado el paso de revista a las tropas, con lo que la ceremonia militar con la que comienza la celebración se ha reducido considerablemente. Este año, el Rey ha llegado en un automóvil, junto a la Reina y los Príncipes, hasta el patio interior del Palacio y, tras salir del coche apoyado en dos muletas, desde ahí se ha dirigido a la Plaza, de la Armería, desde donde se le han rendido honores militares, que ha recibido apoyado en una muleta.

   La Familia Real ha sido recibida por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; los ministros de Defensa, Pedro Morenés, e Interior, Jorge Fernández Díaz; el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Fernando García Sánchez, y el jefe del Cuarto Militar, teniente general Antonio de la Corte.

   Otros años, los Reyes y los Príncipes entraban por la puerta frente a la Catedral de la Almudena y recibía ahí los honores para después cruzar la Plaza de la Armería pasando revista a la formación. Este año, se ha evitado este trayecto al Rey, que después se ha dirigido por el ascensor de Carlos III hacia la Saleta de Gasparini, mientras que el resto de las autoridades lo ha hecho por la Escalera de Embajadores.

   Tras recibir honores y sin pasar revista a las tropas, la Familia Real se ha dirigido por el ascensor de Carlos III hacia la Saleta de Gasparini, mientras que el resto de las autoridades lo ha hecho por la Escalera de Embajadores.

   En la Saleta Gasparini, los Reyes y los Príncipes han sido saludados por un grupo reducido de autoridades asistentes, entre los que estaban el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, y los jefes de los Ejércitos de Tierra, general Jaime Domínguz Buj, del Aire, general Francisco Javier Arnáiz, y de la Armada, almirante Muñoz Delgado, que asisten por primera vez a esta celebración como tales, ya que fueron nombrados el pasado julio.

SIN BESAMANOS

   Este año tampoco ha tenido lugar el tradicional besamanos, en el que las autoridades civiles y militares presentes en el Palacio Real saludaban a los Reyes y los Príncipes en la Saleta Gasparini, otro de los cambios de protocolo introducidos este año pensando en la recuperación del monarca.

   Desde este lugar, la Familia Real se ha dirigido al Salón del Trono, donde el Rey ha hecho entrada apoyado en dos muletas, y donde tienen lugar los dos discursos de la celebración: el del ministro de Defensa, que Don Juan Carlos ha escuchado sentado, y el del monarca, que ha hecho en pie, acodado en el atril desde el que ha pronunciado sus palabras.

   Una vez finalizados los discursos, y tras los correspondientes 'vivas' a España y al Rey, la Familia Real y el resto de autoridades se ha dirigido a la Saleta de Teniers, para departir unos minutos antes de dirigirse al Salón de Columnas, para el vino de honor que ha puesto fin al acto.

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