El Ayuntamiento del municipio sevillano de Utrera ha comenzado con el protocolo de actuación para evitar la plaga de orugas de los prados y de orugas procesionarias, instando además a la población a dar aviso al Consistorio en caso de que vean bolsas de este tipo de animales para actuar.
En un comunicado, el Consistorio detalla que, por una parte, en la hierba proliferan colonias de orugas de los prados o lagarta peluda, a modo de telarañas, que cuando crecen se dispersan desplazándose individualmente y en cualquier dirección, no en línea. "Se trata de una especie inofensiva, propia de nuestros campos, y base alimentaria en el periodo invernal para los pájaros de Utrera", explica, aunque, "teniendo en cuenta las molestias que generan estas orugas en las viviendas, desde el Ayuntamiento de Utrera se está procediendo a desbrozar aquellos solares de titularidad municipal donde las orugas de prado suelen anidar y llegan en gran número hasta las viviendas más cercanas".
"Con esto pretendemos realizar un control de la plaga respetuoso con el medio ambiente y con la salud pública, minimizando en la medida de lo posible los tratamientos con productos químicos", ha explicado María José Ruiz, delegada de Medio Ambiente y Salud Pública. También se está recomendando a los propietarios de solares y parcelas que estén cercanos a las viviendas de Utrera y sus pedanías, que los mantengan desbrozados y limpios para evitar la proliferación de cualquier plaga urbana.
Sin embargo, señala que, por otro lado, también se pueden ver en esta época bolsas en las copas de los pinos y otras coníferas, con aspecto igualmente de telaraña. Se trata de la oruga procesionaria y es una plaga específica de estos tipos de árboles. "Cuando bajan de la copa, lo más común es que se desplacen en grupo formando hileras o filas (en procesión). Estas orugas son peligrosas tanto para las personas como para los animales de compañía, debido a sus pelos urticantes", advierte.
Por ello, se recomienda evitar el contacto con estas orugas de cualquier forma, pues "la irritación es producida por el pelo urticante y un mínimo contacto con ellas hace que el pelo flote en el aire, se disperse y pueda alcanzarnos". "Durante los meses más fríos, las larvas de estas orugas se albergan en nidos situados en las copas de los pinos. Cuando comienza a llega el calor de la primavera --cada vez antes debido al calentamiento global-- los insectos desfilan en grupo por los troncos y bajan a la tierra para enterrarse en zonas secas, ahí se transforman en crisálidas y en verano salen en forma de mariposas o polillas; es en estos meses cuando depositan los huevos en las copas de los pinos para comenzar de nuevo su ciclo biológico", explica.
El Ayuntamiento está revisando todos los pinos de Utrera y sus pedanías para retirar las posibles bolsas lo antes posible. "Gracias a esta intervención prematura que estamos realizando se ha procedido a delimitar la zona de pinar de Vistalegre, ya que presenta una gran cantidad de bolsas de procesionaria", indica Ruiz, que agrega que estas orugas "no resultan una amenaza solo para las personas y animales, los árboles que albergan las larvas también suelen resultar dañados por su presencia ya que durante esta fase el insecto necesita alimentarse de las acículas de los pinos para crecer". "Las larvas no llegan a matar al pino, pero los daños que producen pueden ser muy importantes, de hecho las procesionarias están consideradas como el insecto defoliador más temido en los pinares españoles", ha precisado.
Si localiza una de estas bolsas en los pinos o ve las orugas desplazándose en procesión por el tronco o por el suelo o si se detecta una plaga de oruga de prado en la vía pública y cercanas a viviendas, el Ayuntamiento indica que los ciudadanos pueden ponerse en contacto con la Oficina de Salubridad Pública o a la de Parques y Jardines a través del WhatsApp municipal --644 63 08 58-- o en el teléfono de atención única --955 86 45 45--, de 08,00 a 18,00 horas.
Por último, indica que los propietarios de parcelas cercanas a viviendas que tengan pinos deben someterlos a un tratamiento curativo a través de personal especializado si detectan en sus copas bolsas de orugas procesionarias.