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Sevilla

El árbol y el bosque de Rozalén

El nuevo trabajo discográfico de estudio de la artista es muy introspectivo y reflexivo

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  • Bien recibido por público y crítica, han doblado las ventas del disco anterior
  • Introspectivo, reflexivo, con crítica social pero con empatía y terapéutico

El nuevo trabajo de estudio de Rozalén está teniendo muy buena acogida entre el público y la crítica. Un disco muy introspectivo y reflexivo en el que la cantante utiliza varios estilos musicales, algunos por primera vez en su carrera.

En este disco el árbol es el individuo. El bosque se presenta como lo colectivo, la sociedad, el ruido, la velocidad, todo lo que nos rodea y que a veces nos impide vernos a nosotros mismos.

Rozalén, que sigue contando con el mismo equipo desde que arrancó su carrera, atendió la llamada de Viva Sevilla.

‘El árbol y el bosque’, nuevo disco de Rozalén. ¿Cómo está asiendo la acogida?

–La verdad es que estamos muy felices, porque en los tiempos que corren, que no se venden discos, nosotros hemos doblado las ventas del disco anterior en las primeras semanas y meses. También es verdad que ahora me conoce más gente que con el disco anterior. La acogida está siendo muy buena por parte de la gente y de la crítica. El hecho de que compren tu trabajo es como un reconocimiento a nuestra música.  

¿Cuáles son los simbolismos que alimentan este cuarto disco de estudio?

–En este disco el árbol es el individuo y el bosque lo colectivo, la sociedad, el ruido, la velocidad. Todo lo que nos rodea y que a veces me impide ver el árbol. Me impide verme a mí misma. En este disco hay mucha introspección, hay mucho foco en uno mismo. En darte amor, tiempo y descanso para poder estar bien contigo misma y así poder darle lo mejor a los demás.

¿Hasta qué punto es reflexivo e introspectivo este nuevo trabajo?

–Creo que es el más introspectivo de todos los que he publicado, el que más comparte mis aprendizajes. También hay mucha crítica social, pero siempre partiendo de la empatía. Desde qué haría yo en los zapatos de otro. Invita mucho a la reflexión, es muy terapéutico. Aunque sean temas muy profundos es muy rítmico y bailable, y eso también es terapéutico porque ahora mismo nos hace falta, a todos, cantar y bailar mucho.

Vuelve a contar con su productor Ismael Guijarro. ¿Qué estilos musicales están presentes en este disco?

–Ismael Guijarro, “el sevillanito”, con el que estoy desde el principio. En realidad mi equipo sigue siendo el mismo. Es mi familia elegida. Cada disco nuestro tiene un abanico grande de estilos, pero en este disco hemos dado un paso más y contamos con estilos que nunca antes habíamos tocado. Hay rock, son cubano, cumbia, funky, rancheras norteñas mejicanas, baladas y hasta folkrore, en la loba. Son sonidos muy de de raíz y otros muy modernos. Usamos mucha electrónica, pero hay de todo, porque en la música hemos venido a jugar.

¿Es cierto que el título está inspirado en unas palabras que escuchó del maestro Luis Eduardo Aute?

–Afirmativo. Vi un documental, Cuando se marchó su cuerpo. Aunque para mí siempre ha sido un maestro, ahí me dio la pista perfecta, él quería ponerle a su trabajo, que no pudo terminar, “Que el bosque te permita ver los árboles”, le dio la vuelta a la frase. Es justo lo que yo quiero decir, lo he dejado en “el árbol y el bosque” que suena como más a cuento, más lírico y me da pie a explicarlo.

¿Cómo es la vida de una artista de éxito en tiempos de pandemia y confinamiento?

–Bueno, hay algo que sí creo que ha cambiado en mi vida, está claro que no nos estamos viendo con tanta gente como cuando estoy de gira o de promoción. Hay más miedo al acercamiento. Está todo como mucho más calmado. Pero también es cierto que a través de las redes sociales me unido, más que nunca, a mis seguidores y a la gente. En realidad tampoco ha cambiado mucho la cosa. Hay que buscar siempre la herramienta para estar cerca del que te da cariño.

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