Los padres de los alumnos del
CEIP Juan Sebastián Elcano en Sevilla están hartos de la situación que llevan denunciando años. Una situación que obliga a multitud de familias a que cada inicio de curso, sean los propios docentes y padres los que limpien las aulas.
El centro lleva años teniendo
problemas en la limpieza y mantenimiento de sus aulas, baños y zonas recreativas. “Nuestro colegio no cumple con los mínimos de limpieza e higiene requeridos para un centro escolar”, comenta Daniel Gómez, consejero escolar del centro educativo.
Confiesan que están desesperados ante la
dejadez y el abandono que sufren por parte del
Ayuntamiento de Sevilla ante este hecho. Dicen que la respuesta obtenida es insuficiente, pues lo que necesitan es que se organice un plan de limpieza y mantenimiento adecuado a la situación. “Desde la dirección del colegio nos aseguran que han realizado múltiples reclamaciones y peticiones de ayuda a las autoridades pertinentes, pero hasta la fecha, no hemos obtenido una respuesta adecuada ni acciones concretas para resolver esta situación. Nuestros niños
merecen un entorno limpio y seguro para aprender y desarrollarse, y no descansaremos hasta que se tomen medidas inmediatas para abordar este problema”, reclama Maripaz Gavilán , madre de 2 alumnos.
El estado del centro a día de hoy es insostenible. Suciedad acumulada en suelo y rincones, polvo acumulado en las clases y en el mobiliario, papeleras sin vaciar, arbustos sin cortar en la zona infantil, además de un largo etcétera. A esto se une el
lamentable estado de los baños del colegio, que generan un olor en la primera planta insoportable. “Los mismos profesores no quieren ni ir al baño. Mi hijo tiene 4 años y hasta que no sale del colegio no hace pipí, porque le huele mal y no quiere entrar” expresa Daniel Gómez.
Además, a todo esto, se les ha unido
el problema de las ratas. Aunque confiesan que ya han puesto solución desde el Ayuntamiento a este tema, todavía, sigue habiendo algunas. Tal y como defiende el consejero escolar, “la falta de higiene y la falta de limpieza, de restos de comida en el patio, hace que las ratas sigan estando por allí”.
Las familias quieren dejar claro que no buscan solo una actuación puntual y que
seguirán vigilando para que esas promesas que les hacen los responsables se cumplan y sobre todo para garantizar
que esta situación no vuelva a repetirse en el futuro. Para ellos, la salud y el bienestar de sus hijos son su máxima prioridad, y no escatimarán esfuerzos hasta que se garantice
un entorno escolar limpio y seguro para todos.