La Junta de Gobierno de la Diputación de Sevilla ha dado el visto bueno a sumar una segunda fase al programa de obras frente a la sequía, con tres nuevas actuaciones de emergencia centradas en el abastecimiento de agua a El Castillo de las Guardas, desde el embalse del Jarrama (3,9 millones); la conexión de abastecimiento desde Brenes a Villaverde del Río (1,3 millones) y la ampliación de toma y estación de tratamiento de agua potable para abastecimiento de Badolatosa y Casariche (1,3 millones de euros).
Villalobos anunciaba recientemente este programa de obras frente a la sequía, con una dotación de diez millones procedentes de la liquidación de los remanentes de tesorería del Presupuesto 2021 y con una hoja de ruta marcada desde la Mesa Provincial de la Sequía, en la que se ha hecho el diagnóstico de la situación hidrológica de los municipios afectados y se han fijado las actuaciones de emergencia a acometer, la previsión económica y la tramitación necesaria, según explica el organismo provincial en una nota de prensa.
En la citada Junta de Gobierno, se ha conocido y aprobado diversas declaraciones de las situaciones de emergencia no catastrófica adoptadas por los ayuntamientos con problemas para garantizar el suministro de agua a la población -El Castillo de las Guardas, Aguadulce, Pedrera y Villaverde del Río-, como es legalmente preceptivo para que se puedan realizar las actuaciones de la institución provincial.
Tal como ocurría el pasado 22 de junio con las actuaciones incluidas en la primera fase, la Diputación llevará el próximo 28 a su Plenario el tenor de estas nuevas actuaciones para su aprobación.
GARANTIZAR EL ABASTECIMIENTO Y MEJORAR SU CALIDAD
La grave sequía que afecta a la provincia ha motivado la disminución de las reservas para el abastecimiento a la población y el empeoramiento en la calidad del suministro en determinadas localidades sevillanas. Por ejemplo, en El Castillo de las Guardas, que bebe principalmente del embalse de La Reserva, hoy en mínimos históricos. En la actuación prevista, se trabaja en la transferencia de aguas superficiales desde el embalse del Jarrama, perteneciente a la Cuenca hidrográfica del Tinto, Odiel, y Piedras.
Ya se han mantenido diversas reuniones con ambas Demarcaciones Hidrográficas y se ha solicitado la pertinente concesión de aguas. El proyecto es de gran complejidad e incluye la ejecución de captación en embalse, bombeos de impulsión hasta cota del depósito, nueva tubería, así como la expropiación y servidumbres de paso en terrenos afectados.
En Villaverde del Río están mermadas en calidad y cantidad sus captaciones subterráneas actuales. La actuación prevé la conexión del depósito general con la red en alta existente en Brenes, municipio integrado en el Consorcio de Aguas del Huesna. Se trata de un proyecto con una peculiaridad técnica, ya que es necesario que la nueva conducción cruce el río Guadalquivir a través del puente existente en la carretera autonómica.
Por último, en Badolatosa y Casariche, la actuación se centra en ampliar la toma existente en el embalse del Malpasillo y modernizar y ampliar la estación de tratamiento de agua potable existente, para lo que se prevé la instalación de equipos de bombeo para hacer reversible la actual conexión del depósito de Badolatosa con el depósito general de Casariche.
En cuanto a la primera fase de estas obras de emergencia frente a la sequía, recordar que la constituyen tres obras: la construcción de las infraestructuras necesarias de captación e impulsión para el abastecimiento, desde el nuevo sondeo en el Cerro de la Cruz con el depósito El Puntal, en Casariche (2,31 millones); la conducción de abastecimiento desde la impulsión de Cerro de la Cruz hasta depósito de Pedrera (935 millones) y la adecuación del sistema de bombeo en captación subterránea para abastecimiento de Coripe (10 millones).
En esta primera fase, los municipios beneficiarios (Pedrera, Aguadulce, Casariche y Coripe) tienen declarada la emergencia no catastrófica por la insuficiencia de recursos hídricos disponibles. El objetivo de las actuaciones es incorporar nuevas fuentes de suministro mediante captaciones de agua subterránea, así como realizar nuevos trazados de tuberías para su incorporación a las redes de distribución general. Las obras se encuentran en fase de estudio técnico, para garantizar las perforaciones especializadas y el suministro de largos tramos de tubería de fundición.