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Sevilla

La afición del Valencia disfrutó de una "mascletà" a los pies de la Giralda

La mañana sevillana, soleada al principio y que se tornó poco a poco nubosa, vio cómo crecía la afluencia de seguidores blanquinegros para la final de Copa

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  • Valencianistas en Sevilla. -

Centenares de aficionados del Valencia se concentraron en la plaza Virgen de los Reyes, justo a los pies de la Giralda, para disfrutar con una "mascletà" improvisada a base de tracas y petardos que recordaba el ambiente típico de las Fallas de Valencia en la mañana de la final de la Copa del Rey ante el Betis en La Cartuja.

A medida que avanzaba la mañana, el número de seguidores, ataviados con las camisetas blancas de la primera indumentaria del Valencia, pero también con camisetas naranja o con los colores rojo y amarillo de la senyera, creció en este lugar céntrico de la capital andaluza a donde se aproximaban los aficionados que acababan de llegar en autobús, tren o coches particulares, muchos de ellos acompañados de la pólvora que es habitual en las celebraciones de los valencianos.

Los seguidores del Betis, por su parte, se suelen reunir en los partidos de equipo en el barrio de Heliópolis junto al Benito Villamarín, donde también está ubicado el hotel de concentración del conjunto sevillano y desde donde partirá hacia La Cartuja.

La mañana sevillana, soleada al principio y que se tornó poco a poco nubosa, vio cómo crecía la afluencia de seguidores blanquinegros, muchos de los cuales se concentraban en los bares próximos a la plaza para dar buena cuenta de refrescos y, sobre todo, cerveza mientras los cánticos iban en aumento.

La improvisada "mascletà" fue festejada por los valencianistas, sorprendió a los sevillanos y asustó a los extranjeros que paseaban por la zona más céntrica de Sevilla, muchos de los cuales no quisieron ni acercarse a la plaza desde la que provenía en el ruido de los petardos y los gritos de aliento al Valencia.

Los "selfies" y los vídeos grabados en el móvil eran una constante entre los valencianistas, que llegaban a la plaza en grupos de amigos, pero también por familias, muchas de ellas con niños que jaleaban a su equipo sin descanso.

Elena Muñoz, que había viajado junto a su marido y dos hijos niños pequeños, afirmó a Efe que habían viajado para "conquistar Sevilla durante unas horas" y, por supuesto, a llevarse la Copa para Valencia, para lo que único que hacia falta era que su equipo "marcara un tanto más que el rival".

Un individuo disfrazado de Papa y subido a la fuente central de la plaza daba saltos al grito de "Que bote el Papa", mientras que los invitados a una boda en la catedral tenían que hacerse paso entre los entusiastas del Valencia para poder acceder al templo. La vestimenta de unos y otros dejaba claro quiénes acudían a la celebración y quiénes tenían la ilusión depositada en la final.

José Peirats, de la peña valencianista de Betxí (Castellón), había viajado con otros seguidores de la peña y explicó a Efe que el momento deportivo de los dos equipos podía hacer pensar que el Betis llegaba mejor, pero que confiaba en que el Valencia se llevara la copa. "Creo que la merecemos y tengo el pálpito de que la levantaremos", señaló.

No faltaron las pelucas de color naranja impuestas hace dos décadas por Jaume Ortí, entonces presidente del club, ni algunas pancartas que habían confeccionado peñas como la de Manises (Valencia) para anunciar su presencia en la final. Incluso se vio alguna pancarta de color amarillo con lema "Lim go home" (Lim vete ya) habitual en Valencia como crítica al actual máximo accionista del club, también se pudo ver en el centro de la ciudad sevillana.

Aparecieron vendedores con bufandas especialmente dedicadas al final, que compartían los colores de ambos equipo y cerca de donde se concentraban los seguidores del Valencia, también se podían ver grupos de seguidores del Betis, aunque mucho menos numerosos que los del Valencia. Eran grupos de amigos o familiares que daban la impresión de estar integrados por béticos llegados de fuera de Sevilla y la relación entre ambas aficionados fue cordial y de convivencia dentro de un ambiente festivo.

La afición bética también se va a congregar en la céntrica Alameda de Hércules, próxima a La Cartuja al no existir una zona específica para sus aficionados, debido a que la final se juega en su misma ciudad, por lo que están más dispersos en sus lugares habituales de reunión que los valencianistas.

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