Gonzalo Poley volvió a jugar en El Palmar pero por primera vez lo hizo como visitante, de ahí que enfrentarse al Atlético Sanluqueño fuera un partido especial. El centrocampista del Villanovense lo reconoce, le desea lo mejor al que fuera su club y cuando anotó el 2-2 en el segunda parte agachó la cabeza y no quiso celebrarlo por respeto a la afición sanluqueña.
El de la Ciudad de la Manzanilla resalta que “tuve un buen recibimiento en este partido y lo que quiero es que tanto el Villanovense como el Atlético Sanluqueño logren la permanencia”. De su gol, un lanzamiento de larga distancia, señala que “sabía que podía crear peligro, el balón iba a puerta y cualquier rebote podría ser clave, como así fue”.
De la tarjeta que vio dice que “se me subió el gemelo, vi que Edu Oriol se iba en velocidad y tuve que agarrarle”.
Gonzalo Poley tenía una prima ‘especial’: “Si empatábamos o ganábamos no entrenábamos al día siguiente. Si perdíamos teníamos que estar en Villanueva. He podido estar en Sanlúcar”.