Según ha indicado el delegado de Protección Civil, Manuel Laynez, desde el estreno de la nueva sede del servicio en la Forestal y tras la finalización de la pasada temporada veraniega, los voluntarios se han entregado “a una fructífera y productiva actividad” que, año tras año, viene reflejándose en una visible transformación en todos los aspectos de sus cometidos.
El factor humano ha sido un componente esencial en la progresión continua del Servicio de Protección Civil. En este sentido, el responsable municipal ha destacado que los más visibles pueden apreciarse en el aumento de sus recursos materiales y en la continua mejora de sus instalaciones, “resultado, en buena medida, del nivel de compromiso del voluntariado y de cuanto ha surgido del trabajo desarrollado con las manos de estos voluntarios”.
No obstante, para el edil, hay otros muchos aspectos, no tan visibles, pero importantes, que también constituyen importantes avances, como las nuevas instalaciones que han propiciado el desarrollo de un programa formativo de nivel, que permite la realización de más de una docena de actividades anuales, incluyendo cursos de especialización que hace unos años, solo podían ser impartidos en la Escuela de la Junta de Andalucía en Aznalcázar.
Para el coordinador de Protección Civil, Juan García, este espectacular resultado tiene mucho que ver con el hecho de que hoy por hoy Protección Civil cuente con “lo que más necesitábamos, que era un buen sitio donde trabajar”.
Tras la temporada de invierno, Protección Civil se centra ahora, en colaboración con las áreas municipales de Playas y Medio Ambiente en los preparativos y el diseño de los dispositivos que desarrollan de cara al verano, sobre todo en el ámbito de la playa.