El edificio palacio de la antigua Capitanía General de San Fernando ha albergado este miércoles, Día de Reyes, los actos con motivo de la celebración de la Pascua Militar. Una edición muy distinta a las anteriores marcada por las restricciones sanitarias debido al coronavirus y que se ha celebrado prácticamente en intimidad, con apenas 20 personas durante la alocución del Almirante de la Flota, Antonio Martorell Lacave, en el Salón de Tronos, y sin el tradicional desfile por la calle Real.
Con puntualidad militar, como no podía ser de otra manera, a las doce de la mañana se inició el acto con la llegada del Almirante de la Flota al Patio de Cristales donde, tras rendir honores, pasó revista al piquete formado por apenas una decena de militares.
Posteriormente se dirigió al Salón del Trono donde aguardaban autoridades civiles y militares para escuchar sus palabras con motivo de la celebración de la Pascua Militar, en la que se recuerda la recuperación de Menorca para España.
En sus primeras palabras, Martorell Lacave se acordó de los “ausentes”, en referencia a los que están lejos de España cumpliendo con su deber, así como de los militares y guardias civiles que han perdido la vida en acto de servicio o por culpa de la pandemia.
A renglón seguido hizo balance de las misiones realizadas durante el 2020 por parte de las Fuerzas Armadas, con especial relevancia en la Operación Balmis con motivo de la Covid-19 y, durante la cual, se han llevado a cabo más de 20.000 intervenciones en más de 2.300 localidades del territorio nacional con más de 187.000 efectivos militares. Antonio Martorell recordó con sus palabras que tras la finalización de dicha operación, “las Fuerzas Armadas siguen apoyando la lucha contra la pandemia a través de la Operación Baluarte, todavía en ejecución, y donde se han puesto al servicio de la nación más de 4.400 rastreadores”.
Un año en el que, tal y como ha recordado el Almirante de la Flota y pese a las actuales circunstancias, se han mantenido por parte de las Fuerzas Armadas “todos y cada uno de los compromisos en los que España se había embarcado”, tanto a nivel nacional como internacional.
De cara a 2021
Antonio Martorell Lacave analizó también las acciones de futuro más inmediatas para el 2021 recién estrenado. “La primera, la más imprevisible, la derivada de la evolución de la pandemia. Estamos preparados para responder a las nuevas necesidades que se puedan plantear”.
En cuanto a efemérides, este año la Armada celebrará el 75 aniversario de la creación de la Fuerza de Medidas Contraminas, además de estar también prevista la botadura del
Isaac Peral, primer submarino de la Serie S-80. “Y confiamos en disfrutar en la Bahía de Cádiz de eventos de talla internacional, como la regata de grandes veleros que tuvo que ser aplazada en 2020 por la pandemia, y la Regata SAIL GP”, señala Martorell Lacave.
En cuanto al Ejército del Aire, está prevista a finales de año la llegada a la Academia General del Aire de los primeros aviones
Pilatus, que sustituirán a los C-101 en el curso 2022-23. La principal efeméride del Ejército de Tierra este 2021 es el Centenario de la Campaña de Melilla de 1921.
El Almirante de la Flota indicó que “el servicio que prestamos lo hacemos con ilusión, con la certeza de que es útil y con la convicción de que con cada día que pasamos lejos de casa, con cada milla navegada, con cada hora de vuelo, con cada hora de guardia, con cada gota de sudor, contribuimos a crear una España y un mundo mejor y más seguro. De este servicio que prestamos cada día nos sentimos hoy tan orgullos como en su día lo estuvimos de la recuperación de Menorca”.
Finalizó su intervención con las siguientes palabras. “Entre los valores que a los militares nos inspiran se encuentra el respeto a la tradición. Respeto que se fomenta con actos como éste que, a partir de una victoria ya lejana en el tiempo, nos identifica con quienes nos precedieron en el servicio de las armas y con quienes están hoy desplegados en operaciones para que no olvidemos que en nuestra profesión, donde a menudo están en juego vidas humanas e importantes intereses nacionales, no podemos conformarnos con menos que la excelencia. Y esta excelencia al servicio de España es algo que solo podemos alcanzar trabajando como compañeros, sintiendo el respaldo de nuestros conciudadanos y apoyados en esas tradiciones que contribuyen a afianzar nuestro compromiso”.
Al grito de
¡Viva España! y ¡Viva el Rey! se puso punto y final al acto.