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San Fernando

El Club Naval de Oficiales recuerda a los tripulantes del Guadalete

Muchas de estas víctimas eran de San Fernando, como la mayoría de la dotación y sólo 12 cuerpos fueron depositados por la mar en las playas.

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  • Conferencia sobre el hundimiento del dragaminas.

El Club Naval de Oficiales rindió un sencillo y emotivo recuerdo a los héroes del Guadalete. El 24 de marzo de 1954, el Dragaminas Guadalete, en funciones de patrullero, partía del puerto de Ceuta para cubrir la costa de África hasta las Islas Chafarinas. La previsión meteorológica no preveía lo que pocas horas después iban a soportar, unos de los peores temporales que han azotado el Estrecho, que se conozca, con olas montañosas entre 10 y 15 metros.

Tras horas de luchar contra la mar, de un buque no construido para soportar el bravo oleaje y un carbón de escasa calidad lo que no proporcionaba fuerza a la hélice, queda a la deriva y a merced de las olas hasta su hundimiento siendo aproximadamente las 18,30 horas del día 25. Así lo corroboró el reloj de un superviviente, hora a la que se para al tomar contacto con la mar. No hay salvavidas para todos, ni botes. Apenas una pequeña balsa a la que nadie se sube y sirve de soporte para los más débiles o sin salvavidas.

Hasta dos navíos divisaron sin que ninguna les socorriera. El estado de la mar impedía la salida de ningún otro barco a su socorro desde Algeciras, lo que se intentó sin éxito teniendo que volver a su base. Finalmente, de sus 78 miembros de dotación, 34 se dejan la vida en el Estrecho, la mayoría de hipotermia, alguno extenuado al pisar la cubierta de un barco mercante italiano que consigue subirles a bordo no sin extraordinario esfuerzo por parte de los debilitados marinos.


Muchas de estas víctimas eran de San Fernando, como la mayoría de la dotación, sólo 12 cuerpos fueron depositados por la mar en nuestras playas. El Gobierno de entonces apenas hizo referencia al suceso, así como la prensa, los comentarios eran mínmos. Los que salvaron sus vidas pasaron temporalmente a la Escuela de Suboficiales hasta encontrar nuevos destinos. Nadie se dio de baja psicológica.

Hoy, una plaza en Ceuta y una placa en los nichos de Armada en el cementerio de San Fernando recuerdan a los 34 héroes. Un homenaje que tuvo lugar en el 2014, es decir 64 años después. En el Museo Naval de San Fernando otro pequeño rincón en recuerdo de su dotación, entre otros, un trozo del brazo de la Virgen del Carmen que navegaba en el buque. Una pieza encontrada en el bolsillo de uno de los supervivientes que al parecer llevaron algunos como amuleto al verse totalmente en poder de la mar.

Esta tragedia, de título “Morir en la mar, el hundimiento del dragaminas Guadalete” fue contada con el corazón por Ignacio Mollá, Comandante de tierra en reserva, hijo del Comandante del buque hasta 20 días antes de su hundimiento, quien fue presentado por José Manuel Miguel, Jefe de Estudios de la Escuela de Suboficiales.

Entre los hechos vividos en el acto, más emotivos y emocionantes, la presencia de Jaime Beltrán, entonces Cabo Radio, marino de 90 años de edad natural de San Fernando y uno de los supervivientes de la tragedia, además de algunos de sus familiares. También la de María José Dueñas, hija de Ángel Dueñas, y Pepín Martínez, de Manuel Martínez Lanceta, otros que sobrevivieron hoy fallecidos, ambos coincidieron en la soledad con la que sus padres llevaron a lo largo de sus vidas la tragedia, sin apenas comentarios. Honor y Gloria a los que dieron su vida por España.

“El que no sepa rezar, que vaya por esos mares, y vera que pronto aprende sin enseñárselo nadie”.

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