José Ángel Expósito Álvarez, coordinador local de Unión Progreso y Democracia (UPyD) y arqueólogo de profesión que ejerce cada día, habla de política pero dice cosas que no diría la mayoría de los políticos, como que no está dispuesto a entrar en un gobierno de coalición si el alcalde no es él y su partido el más votado. Y además habla de honestidad en la política, de lucha a muerte contra la corrupción y de transparencia. Como ponían en la cartilla militar sobre el valor, todo lo que dice se le supone.

—Hay sondeos que mantienen la tendencia de que los partidos grandes bajan y los pequeños suben, pero la realidad es que hasta el día 25 no va a haber las primeras elecciones para ver si esos sondeos son acertados o no. Pero a un año vista de las elecciones municipales, para un partido sin representación municipal y que le cuesta mucho hacer lo que hacen otros partidos, es como una palmadita en la espalda, como mínimo.
—Desde luego es una respuesta a nuestro esfuerzo que hacemos en el partido tanto a nivel nacional difundiendo nuestras propuestas y llegando a la gente como también a pequeña escala en San Fernando reuniéndonos con grupos sociales, asociaciones y haciendo que nuestras propuestas se trasladen a la ciudadanía. Sabe bien que ya las encuestas, que son encuestas y cambiarán mucho las cosas, nos muestren dentro del grupo de partidos con representación.

—Una encuesta que es un galimatías, porque harían falta tres partidos para gobernar y los tripartitos no han dado resultado hasta ahora.  Pero dejando atrás las encuestas, lo cierto es que en los partidos como Unión, Progreso y Democracia tienen ustedes que hacer un trabajo ímprobo que no ve la gente para llegar a los ciudadanos. No se trata sólo de sacar una nota de prensa a la semana.
—Aparte de todo eso también nos gusta estar con la gente en la calle. Hace poco recogimos firmas para la modificación de la Ley Electoral andaluza y muchos vecinos te ven y ven que una cosa es que lo digas en tu programa y otra que te movilices para lograrlo. Ven que estamos a pie de calle y eso genera cercanía.

—También cuenta la marca, en este caso UPyD, a la que todas las encuestas le dan una subida por el rechazo de la gente a los grandes partidos. ¿Ese rechazo de la gente existe realmente, lo ven ustedes en la calle? ¿Se está fraguando una involución en la política?
—Yo creo que es una evolución. Estamos pasando de unos partidos que no cumplen lo que prometen, que van en contra de sus programas y que algunos llaman PPPSOE, mezclando las siglas, a otros que estén más cercanos a la gente y que planteen soluciones reales a los problemas diarios de la gente. La gente quiere un saneamiento de la política y nuestro partido está luchando a capa y espada contra los otros dos, llevamos propuestas al Congreso, al Parlamento de Madrid hacia el cambio de la Ley Electoral, la democracia en los partidos… y todas nos las echan atrás los partidos grandes que se suponía que representan a la gente cuando la gente no encuentra respuestas en ellos. Esa rueda se va notando a todos los niveles.

—Sin embargo, la situación es peligrosa. Y no me refiero a que partidos pequeños como UPyD o Izquierda Unida, que se conocen muy bien y están muy bien asentados escalen posiciones, sino que en una época convulsa de cambios, de evolución o de involución, los partidos populistas pueden hacer acto de presencia y convertir Europa y España en un guirigay prácticamente imposible de gobernar.
—Nosotros confiamos en que acabaremos ocupando el centro político del país, que tendremos suficiente fuerza y hasta ahora la escalada ha sido lenta pero constante. Pero sí es cierto que se está produciendo cierta fragmentación. Al PP nunca le había crecido los enanos y ahora hay varios partidos a su alrededor. Yo creo que con el tiempo se acabará todo, algunos proyectos de partidos políticos que se vienen creando y se configurarán algunos de forma más estable. Y yo confío en que el nuestro sea uno de los que se puedan asentar, poco a poco. Intentamos dar pasos sólidos y seguir subiendo sin intentar construir cosas rápidas que al final se nos caigan encima.

—A los partidos que no han gobernado nunca les pasa como en la mili, que cuando te dan la cartilla militar pone que el valor se te supone. El cumplimiento de las promesas electorales y que no vaya a convertirse en lo que queremos dejar detrás si la gente así lo quiere, no está garantizado. Es una cuestión de fe pensar que UPyD se va a comportar tal y como dice que se va a comportar. Y no sólo como dice, sino que lo va a hacer durante mucho tiempo.
—Trabajamos para que la gente confíe en nosotros en ese sentido, en que se trata de un proyecto sólido, solvente y que de verdad no mienta. La cuestión es que tenemos representación en el Congreso y proponemos cosas coherentes y que se cumplen en muchos casos. No gobernamos pero llevamos una línea. Hicimos un pacto de gobierno en Asturias y cuando ese pacto no se correspondía con lo que nuestro partido y sus votantes querían, se rompió. Hasta ahora llevamos una línea coherente, clara y desde hace varios años. Otros partidos están mintiendo y rompiendo sus compromisos electorales, hay mucha corrupción y podemos decir alto y claro que ni una cosa tenemos ni la otra. Y creo que por eso merece la pena confiar.

—Yo le lanzo el aguijón de que hasta ahora no han gobernado pero también que reconozco que no es porque no hayan querido. Si le pregunto si va a ser el candidato a las elecciones municipales me dirá lo que me dicen todos, lo que diga mi mujer. En este caso, lo que diga el partido.
—Lo que digan los afiliados del partido. Tenemos elecciones internas cuando se vayan acercando las elecciones municipales para elegir a nuestro candidato. Y yo, como coordinador local que soy, represento al partido y como fui candidato en las pasadas elecciones mi proyección va a trabajar por el partido al máximo nivel. Si luego se presenta un compañero y lo eligen… Pero yo creo que eso es bueno, que elijan las bases y no se haga todo a dedo.

—-¿Qué puede aportar UPyD a la política de San Fernando? Por que hace falta mucha política en San Fernando, no lo que ocurre ahora mismo que no hay nada de política, sólo enfrentamientos y pocas soluciones.
—Cuando al principio nos invitaban algunos colectivos para debatir sobre algún tema, yo les decía a mis compañeros que me daba vergüenza ver cómo candidatos, portavoces de otros partidos se enfrascaban en luchas quitándose la palabra uno a otro, insultándose, levantando la voz… Eso no puede ser política en ningún sentido, y menos a nivel local donde la gente se conoce personalmente y luego va a tomarse unas copas. Esa no puede ser la dialéctica normal por intentar hacer una comparativa a lo que se hace en el Congreso, que tampoco es lo que debería de ser. Una cosa es la calidad política, la honestidad, lo que nosotros ponemos en nuestro programa y otra tener un programa vacío con el que se presentan a las elecciones. Nosotros tenemos un programa solvente que presentamos en las pasadas elecciones y que estamos mejorando para adecuarlo a la realidad de la ciudad, pero también hay una cosa que tenemos muy claro y es que tiene que ser la claridad, suprimir cualquier tipo de corrupción que en San Fernando sabemos demasiado sobre ese tema y hay que estar volcado con la ciudad, sanear las arcas municipales y dejar a un lado el populismo. Hay que trabajar con honestidad y pensar que el Ayuntamiento no es una máquina de hacer dinero como para despilfarrarlo en los partidos con sus asignaciones asombrosas. Un político no tiene que pertenecer a una aristocracia local, tiene que gobernar o dedicarse un tiempo a la política y luego volver a su ocupación. De esa forma se va saneando y no habrá personas que se dedican a vivir de la política.

—-¿Ustedes también dicen que hay que quitar las asignaciones a los partidos políticos y a los concejales? A los concejales habrá que pagarles para que hagan su trabajo.
—El tiempo que se dedica a una labor ciudadana tendrá que remunerarse. Otra cosa es la desorbitada aportación a partidos que reciben los grupos locales. En San Fernando podrían reducirse en un 50 por ciento. Págale al concejal pero por qué tienes que pagar a los grupos políticos. Para eso están las cuotas de los afiliados.

—Se puede dar el escenario de una Corporación muy fragmentada. ¿UPyD estaría dispuesta a sacrificarse por la gobernabilidad de la ciudad si fuera necesario?
—El sacrificio es para los mártires. Nosotros tenemos un programa y si el gobierno que salga se compromete a cumplir los ejes básicos de nuestro programa, nosotros apoyaremos la investidura. Pero nosotros no vamos a entrar en ningún gobierno tripartito, cuatripartito o de las partes que tenga. Una cosa es apoyar la investidura a cambio de que se comprometa a llevar unas líneas por la senda de la honestidad política y otra cosa es que nosotros nos sacrifiquemos por un gobierno.

—-¿Me está diciendo que llegado el caso no entrarían en un pacto de gobierno?
—No pactaremos sillones, pactaremos propuestas.

—No se va a sentar a cobrar el sueldo de tercer teniente de alcalde.
—No queremos la concejalía de Obras Públicas ni de Urbanismo… Lo que queremos es que se lleven a cabo nuestras propuestas. Si se llevan a cabo estamos cambiando la forma de hacer política, con lo que estamos consiguiendo cumplir nuestro programa. Cuando tengamos las mayorías lucharemos por gobernar. Mientras tanto apoyaremos a un partido para que gobierne siempre que nuestro programa se vea respaldado.

—Decía algo muy interesante, que la persona tiene que llegar a la política procedente de su trabajo y luego salir de la política. Usted tiene trabajo, me está diciendo que no se va a sentar en un despacho como concejal del equipo de gobierno y no es uno de estos elementos que han vivido de la política y piensan seguir viviendo de la política. Usted es arqueólogo.
—Soy arqueólogo.

—Me supongo que conoce San Fernando tanto por arriba como un poquito por abajo.
—He hecho algunas excavaciones arqueológicas en San Fernando y tengo muy buenos amigos arqueólogos que conocen la ciudad bastante mejor que yo.

—¿Es rica San Fernando arqueológicamente?
—Bastante. Más rica de lo que mucha gente puede creer y comparable a muchas ciudades. El cinturón alfarero de la Gadir fenicia o de la Gades romana se sitúa en el entorno de San Fernando y Puerto Real y con una serie de alfares que son prácticamente únicos en todo el Mediterráneo. Todos conocemos de qué tipo de yacimientos hablamos, esa necrópolis del campo de hockey que podemos trasladar a todo el Mediterráneo y buena parte de Europa como un referente en su ámbito. Hay suficientes elementos para que San Fernando pueda tener una de sus fuentes de riqueza en la arqueología.

—Ahí está Cádiz vendiendo los yacimientos fenicios. ¿Qué criterio se sigue a la hora de decir si un yacimiento se sella o se queda al descubierto?
—Las competencias son de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes que es la que debe velar por el patrimonio arqueológico de la comunidad. Los municipios tienen una serie de concesiones de gestión que es facilitar un poco este ámbito de acción. La delegación provincial y el Ayuntamiento tienen que colaborar para que esto sea así, pero influye mucho que el ayuntamiento tenga interés por mantener esos restos y por supuesto la entidad de esos hallazgos. Pero la última palabra la tiene la Junta.

—La Junta le preguntará al ayuntamiento si lo quiere mantener y si dice que no, lo tapa.
—Donde mejor están conservados es bajo tierra. Si se tienen fuera hay que mantenerlos. En una plaza de Camposoto hay una pileta de época prerromana que está sin señalización, sin mantenimiento, sin un cartel… y es un hallazgo de interés. Quizá hubiera sido mejor taparla, pero ya que está al descubierto por lo menos hay que dotarlo de la dignidad que merece ese patrimonio.

—-¿Eso explicaría que el yacimiento del campo de hockey, que dicen que es uno de los más importantes que se han encontrado, se haya mantenido sellado? ¿Qué el Ayuntamiento no pudiera mantenerlo? O ha sido una barbaridad, como dicen algunos.
—Desde el punto de vista arqueológico no sé por qué se ha acabado construyendo encima. Si hay voluntad, los proyectos se pueden modificar, retocar un poco para que haya cabida para los restos arqueológicos y para el uso deportivo. El caso de Cádiz era un teatro de títeres y ha tenido más peso el hallazgo fenicio que lo es el teatro y se ha sabido compatibilizar ambas cosas aunando el interés municipal y el de la Administración autonómica porque es un patrimonio de todos. Cuando venga un turista querrá ver eso, o los cañaíllas y gente del entorno porque merece la pena verlo. Se podría haber hecho muchísimo más y la importancia del yacimiento lo requería. Se podía haber modificado el proyecto del campo de hockey, pero muchas veces los políticos tienen compromisos y entre una cosa y otra acaban perjudicando al bien.

—Pero es este caso, como usted es arqueólogo, le pasa como a los cirujanos, que te coge y te abre aunque tengas un resfriado. Su opinión es subjetiva, aunque esté fundamentada científicamente. Si el Ayuntamiento no podía mantener aquello le podía haber pasado como a Hornos Púnicos, que sí está conservado pero no está promocionado.
—Desde luego, pero yo creo que si el Ayuntamiento es consciente de que una apuesta por el yacimiento arqueológico es bueno para atraer turismo a la ciudad, merece la pena apostar por él. Si hay que hacer un pequeño esfuerzo en la conservación para a cambio tener algo que ofrecer a la gente que queremos que venga a San Fernando… Hablamos de que hay que atraer turismo pero no ponemos medios para que un turismo atrayente y selectivo venga a la ciudad. Es importante que haya representaciones de 1810, una figura como Camarón que se promocione… hay muchos sectores y la arqueología atrae mucho y a los turistas les gusta bastante.

—¿Usted cree que los políticos de San Fernando son conscientes de lo que tenemos? Aunque sólo sea un poquito.
—Son conscientes cada cuatro años que reúnen a especialistas, a gente del gremio para preguntarles qué podíamos hacer para mejorar San Fernando, qué harían ellos… Los arqueólogos vuelcan sus propuestas en los políticos y después desaparece todo hasta dentro de cuatro años cuando de nuevo vuelven a hacer mil promesas sobre cómo quieren que se gestione todo.