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San Fernando

El alambre sigue siendo parte del paisaje de la playa 25 años después

Este año se cumple un cuarto de siglo desde que se rompió testimonialmente el candado pero queda más de un kilómetros por liberar.

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  • Playa virgen -

Fue la noticia del año y un año más tarde, la felicidad de un pueblo costero con una playa a la que no se podía acceder. Y eso que sólo se iba a abrir en los meses de verano, permaneciendo prohibido el paso una vez llegado el mes de octubre.

Eso fue hace 25 años que se cumplen este verano. La playa de Camposoto -que alguien intentó con poco éxito cambiarle el nombre por playa del Castillo a modo de reivindicación del castillo de Sancti Petri, allá en la lejanía- era una playa militar, llena de restos de proyectiles, peligrosa como lo demuestran decenas de personas que sufrieron accidentes a lo largo de los años al encontrarse con proyectiles sin explotar. Y a pesar de ello, querida por los ciudadanos que entraban incluso asumiendo el riesgo de no volver entero. Como algunos.

Eso era hace veinticinco años y hoy en día, en 2014, aún quedan 1.300 metros a los que es imposible acceder  y que coincide con las proximidades del campo para prácticas de tiro de fusilería del cuartel de Camposoto.

Los andalucistas han recordado la fecha porque están en su derecho a hacerlo, no en vano las gestiones de un alcalde andalucista, Antonio Moreno Olmedo, consiguieron los primeros pasos adelante.

Y de la misma forma han reconocido que esa dependencia de Defensa, la dependencia de la Junta al estar en un parque natural y sus propia configuración arenosa que no permite la construcción masiva de otras zonas del litoral gaditano, ha tenido un “efecto beneficioso”.

La playa quedó fuera de las presiones urbanísticas a que fueron sometidas las playas andaluzas a partir de los años 60.  “Hemos heredado una playa natural sin edificaciones ni urbanizaciones a pie de playa lo que pone a Camposoto como una de las pocas playas naturales de toda Europa. 

 

La recuperación de la playa
En agosto de 1989, el pueblo de San Fernando tomó posesión de la playa de Camposoto derribando en un acto simbólico la pequeña valla con candado que la cerraba al disfrute de los isleños. Hasta el acceso a la playa -a través de una cancela- resultaba complicado al no contar con las pasarelas actuales que permiten salvar el caño de agua que circunda toda la playa. Y la carretera, evidentemente, no estaba urbanizada ni contaba con plazas de aparcamiento.

Los primeros trabajos se pusieron en marcha de cara al verano siguiente. Se urbanizó la carretera, se adecuaron las primeras bolsas de aparcamiento, se habilitaron los accesos y, de cara al verano de 1990, se instalaron los servicios y el equipamiento playero para que los ciudadanos pudieran disfrutar de su primera temporada de baño.

El 15 de noviembre del año 1994 se suscribe un convenio de dos años de vigencia entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de San Fernando por el que se hacían compatibles, en determinadas épocas del año, las actividades propias de los polígonos de experiencias Costilla y González Hontoria, con el disfrute por particulares de parte de la playa de Camposoto.

El convenio fue prorrogado ininterrumpidamente de facto de forma que no se realizaban ejercicios de tiro ni en fines de semana, ni durante la Semana Santa, el verano, ni las Navidades, con el fin de no causar molestias a los posibles usuarios de la playa. Además, el Ministerio de Defensa puso en marcha las medidas necesarias con objeto de que la playa de Camposoto pudiera ser utilizada libremente por la población a cualquier hora durante todo el año.

Para ello, era indispensable proceder al desvío de la actual línea de tiro y efectuar los disparos hacia el mar y perpendicularmente a la costa. Se plantean diversas opciones para el desvío de la línea de tiro incluyendo la construcción de una isla artificial que fue descartada ante la oposición del Ayuntamiento. Finalmente la línea de tiro fue desplazada liberando definitivamente el uso civil de la playa.

El 4 de agosto de 2000, Defensa saca a concurso la obra de una galería de tiro en San Fernando. La Dirección de Infraestructuras del Cuartel General del Ejército de Tierra sacó a concurso las obras para la construcción de una galería de tiro cubierta en el interior del cuartel de Camposoto, lo que provocó el rechazo del Ayuntamiento de San Fernando y de diversos colectivos.

Eran aquellos años en los que se trabajaba en la recuperación de una parte de los terrenos del acuartelamiento, los andalucistas comenzaban a dibujar un campo degolf sobre el terreno -era la moda entonces- y cualquier edificación en el cuartel suponía una hipoteca para la futura liberación del suelo.

Con esta actuación, enmarcada en la desafectación de la playa de Camposoto de la servidumbre militar, el Ministerio de Defensa pretendía sustituir el campo de tiro de fusil ubicado en la margen derecha de acceso a la playa, donde las prácticas se realizan en dirección a la zona restringida al baño. Las obras tenían un plazo de ejecución de catorce meses y un presupuesto de 230 millones de pesetas.

La galería no se construye, aunque incluso el 7 de julio de 2002, el Ministerio de Defensa mantiene su intención de construir una galería de tiro soterrada en el acuartelamiento de Camposoto, aunque manifiesta que se muestra dispuesto a estudiar "un nuevo emplazamiento" de la galería de tiro "dentro de la parcela" una vez quedara cerrado el acuerdo con el Ayuntamiento de San Fernando sobre la cesión de terrenos.

El Ministerio de Defensa desafecta en el verano de 2005 unkilómetro más de playa en dirección a Torregorda. A continuación, en ese mismo verano se procedió a la limpieza sistemática de toda la zona de arena y dunas por parte del Ministerio de Defensa y la playa quedó completamente desmilitarizada

En 2010, el Ministerio de Defensa adjudica una nueva galería de tiro de fusilería cubierta en la Clica que permitirá eliminar los dos campos de tiro existentes en la ciudad. La nueva galería de tiro de la Clica está ya en funcionamiento. Es una instalación totalmente cubierta y de cien metros de largo, que ha contado con un presupuesto de más de ocho millones de euros.

Conjurado el peligro
Las obras han supuesto una auténtica obra de ingeniería y elimina cualquier riesgo de cara al exterior. Teniendo en cuenta el tipo de suelo sobre el que se asienta, el gasto previsto en un principio se ha elevado considerablemente ya que ha sido necesario construir prácticamente un búnker de hormigón capaz de asentarse en un suelo de marismas.

En el caso de la galería de tiro, el búnker es de cien metros por unos veinte, por lo que permite el entrenamiento de una quincena de tiradores. Además, las instalaciones están preparadas para dividirla por tramos en función del tipo de armas con las que se vayan a hacer ejercicios, incluidas las armas cortas.

Ello no evita que una parte del entrenamiento del personal militar, el que dispara con armas de largo alcance, tenga realizarse en las instalaciones del Ministerio de Defensa en el Retín, con los desplazamientos obligados.

La construcción de esta galería de tiro elimina el proyecto de construcción de la galería del ahora llamado Centro de Formación de Tropa número 2 de Camposoto. Algo que a su vez impedía la liberación de más de un kilómetro de playa que está acotado como zona de servidumbre de esta instalación. El campo de tiro actual también va a desaparecer.

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