Primero fue el tipo de farolas en unos postes de excesivas dimensiones –tanto ancho como alto- para un simple alumbrado público pero normales para sostener unas catenarias. A eso respondió el Ayuntamiento de San Fernando responsabilizándose del modelo de farola elegido y asegurando que existían en distintas ciudades de España, aunque en paseos marítimos y otras zonas espaciosas.
A partir de ahí volvió a surgir la polémica sobre los avances que se estaban realizando en prototipos capaces de atravesar la ciudad con baterías, lo que evitaría la instalación de las catenarias al menos entre la entrada de la ciudad y la plaza del Carmen y desde el Ayuntamiento se respondió que se exigirá ese tipo de coches una vez que sean viables, aunque la Junta asegura que es demasiado caro para un proyecto que se ha pasado ya de presupuesto en la calle Real.
Desde hace unos meses se viene tendiendo el cable entre los postes-farolas que sostendrán las catenarias, que no afean más que los cables de electricidad que cruzan toda la calle Real y que en principio iban a ser retirados conforme avanzara la obra y ha sido otra cosa que ha quedado en el olvido porque nadie se atreve a hincarles el diente a las eléctricas.
El último paso ha sido el modelo elegido en las zonas más estrechas, como la Alameda Moreno de Guerra, por donde van ahora, y que seguirá en la esquina del Gordo, consistente en una ménsula al más puro estilo ferroviario precisamente en una de las zonas que una vez funcionando el tranvía están llamadas servir de foro público para la organización de actos, junto a la plaza del Rey.
Lejos del razonablemente discreto cable entre los postes que se esperaba también en esa zona, donde hay dos filas de postes que lo permitirían con mayor comodidad, las ménsulas no sólo suponen un bocado al paisaje urbano con la iglesia de San Francisco como fondo o con el fondo que se quiera, sino que el desmantelamiento de las farolas contrarias a las que llevarán las catenarias hace prever que lo mismo se queda en una sola hilera, con lo que obligaría a subir a la luminosidad de esas farolas. Eso, en cierto modo, supondría cambiar el impacto visual de las dos hileras de postes actuales por el de las ménsulas en una sola hilera, pero que evidencia una vez más la improvisación en que ha estado y sigue estando sumido el proyecto desde el principio.
Este periódico no ha podido comprobar si en algún punto del recorrido del tren tranvía por la ciudad se ha decidido erigir un monumento a los antiguos guada agujas y más en concreto el que estaba a la altura de lo que ahora es el polígono de Fadricas, en la calle Ferrocarril, que podría ir en la misma Alameda al ser paso de tráfico rodado entre Doctor Cellier y Faustino Ruiz, ya que los guardaagujas tenían también la misión de actuar como guardabarreras.
