El Cuartel General de la Infantería de Marina en el CIM va a costar 4,4 millones de euros

No ha habido explicaciones a los medios de comunicación, por lo que lo que se sabe es por lo poco que dejó entrever el momento en el que el arquitecto de la Marina, Luis María Rosety Fernández de Castro, explicaba la fase del proyecto en la que se encuentra el nuevo cuartel general de la Infantería de Marina en lo que hasta primeros de siglo fue el Centro de instrucción de Marinería, toda una institucción por la que pasaron unos 300.000 ciudadanos españoles.

Las obras comenzaron en septiembre y tardarán un año, por fases, por lo que el acto que tuvo lugar este miércoles fue el de cubrimiento de aguas del edificio principal con el izado de bandera habitual en esos casos y en presencia del Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante Manuel Rebollo y otros altos cargos militares.

Las instalaciones tendrá una superficie de 3.313 metros cuadrados, de los cuales 3.100 metros cuadrados serán útiles y el presupuesto total asciende a 4.407.656,60 euros en tres anualidades. La de 2011 fue de 807.656,60 euros; la de 2012 2,9 millones de euros redondos y la de 2013 se eleva a 700.000 euros.

Las previsiones, si no han cambiado, es que ese edificio principal esté finalizado en octubre y las posibilidades de que se efectúe el traslado de las dependencias del Cuartel General de la Infantería de Marina actualmente de manera provisional en la antigua Capitanía General se atrasan un poco más hacia cercanas las navidades

No obstante y además de que las obras se saben cuándo empiezan pero no cuándo terminan, la situación económica es primordial a pesar de que la primera fase cuenta con su dotación presupuestaria.

Lo que se vislumbra de los planos es que se trata de un edificio moderno, con una primera zona adosada a los muros actuales de la zona noble, una plaza y otro edificio más grande. Desde la puerta del CIM se podrá ver Puerto Real y los caños, además de la plaza que separa los dos edificios.

Lo que está en duda es qué se respetará de la fachada del CIM. Ya está descartada la rehabilitación porque no lo permiten las leyes de construcción nuevas, y ni siquiera se sabe si se podrá mantener los dos pisos de la fachada principal o sólo uno. Hay que hacer pruebas a ver si la pared aguanta el edificio nuevo adosado.

En los planos sí aparece que el edifico administrativo que había a la entrada del CIM y que sigue allí, siga desarrollando funciones, pero presumiblemente construido de nuevo. Lo que sí se quedará será el arco de entrada como símbolo de lo que fue y lo que representa para millares de españoles.

San Juan Nepomuceno
La visita del Ajema a San Fernando, sin embargo, comenzó a las once de la mañana con otro acto. La Infantería de Marina española, que este año cumple el 475 aniversario de su creación, conmemora este miércoles la festividad de su patrón, San Juan de Nepomuceno. Por este motivo, se ha celebrado en el acuartelamiento del Tercio de Armada de San Fernando una misa a la que asistió el Ajema.

El acto religioso, cuya asistencia tuvo carácter voluntario, contó con la participación de numeroso personal de las diferentes unidades del Tercio de Armada así como con la presencia del Almirante de la Flota, almirante Santiago Bolibar y del Comandante General de la Infantería de Marina, general de división Pablo M. Bermudo.

San Juan Nepomuceno o Juan de Nepomuk (1340-1393), es el santo patrón de Bohemia (República Checa). Según cuenta la historia, el santo era el confesor de la reina de Bohemia y se negó a romper el voto de secreto de confesión, siendo el primer santo en recibir martirio por este motivo.

Por Real Orden de 1731 se dispuso, sobre la base de los Batallones de Marina, la creación del llamado Batallón de Barlovento. A dicho batallón se le puso bajo la protección de la Virgen de Guadalupe cuando estuviese de guarnición en América y de San Juan de Nepomuceno mientras permaneciese en la Península.

Este patronazgo se transmitió a todos los batallones del Cuerpo, como así consta en comunicación de 16 de mayo de 1758 del Capitán General de la Armada Juan José Navarro, marqués de la Victoria, confirmándose el mismo en 1878 a solicitud del Inspector General de la Infantería de Marina, mariscal de campo Montero y Subiela.