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San Fernando Cofrade

“La JCC no se desmarca de la defensa de la carga de La Isla”

Juan Pedro García López, presidente de la JCC, hace balance de lo acontecido en la última Semana Santa y sobre las preocupaciones por el estilo isleño.

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  • Juan Pedro García López. -

Juan Pedro García López es el presidente de la Asociación de Jóvenes Cargadores Cofrades, que celebra su 40 aniversario. 40 años que han supuesto un revulsivo en la Semana Santa de San Fernando, gracias sobre todo a que los cargadores dejaron de cobrar por su trabajo.     

Terminada una Semana Santa, donde vuelven a aflorar las críticas hacia las innovaciones sevillanas, asegura defender el estilo isleño, culminando una Semana Mayor donde el fallecimiento inesperado de Antonio Zaldívar, marcó a la entidad y al mundo cofrade.

-Tras la celebración de la Semana Santa, ¿qué balance hace de cuanto ha acontecido respecto a la carga?

—El balance entiendo que ha sido positivo, en cuanto a la carga creo que ha sido buena. Evidentemente hay que hacer autocrítica y ver que hay que mejorar en algunos aspectos,  en cuadrillas puntuales, pues sí hay que mejorarlas, reforzarlas. Todo el mundo conoce el tema de los pasos y lo que un año va perfecto, al año siguiente por circunstancias que todavía desconocemos,  pues lo pasos pesan más y por supuesto es algo que hay que mejorar constantemente. En mejora continua y la asociación lo que tiene es el deber de cumplir las expectativas de las hermandades, y por supuesto, reforzar todas las cuadrillas que creamos que no han podido dar la talla al cien por cien. Ese es mi balance, positivo, pero con margen de mejora.

-¿Dónde se pueden encontrar esas mejoras? Hablamos de la altura de los pasos, del equilibrio de los palos, a depurar el estilo…

— Hay un problema de talla, que creo que lo tienen todas las cuadrillas, no solo la JCC. Hay un problema de talla y es el de  la gente más baja. La gente más baja se utiliza en todos los pasos tanto en Cristos como Vírgenes, cosa que no pasa con la gente alta, que solo va en los Cristos y entonces si necesitamos un potencial fuerte en los días que más pasos tenemos, por ejemplo Lunes y Martes Santo. Ahí tenemos un problema de talla, que hay que solucionar de alguna manera. Que será haciendo un arreglo en tallas, en palos, en suplementos, pero desde luego mejorar y solucionar el problema que tiene la JCC, para el año que viene.

-¿Y regular los palos en altura en los pasos?

—Por supuesto que es solución, como se ha podido demostrar en la carga de la Virgen de la Salud. La carga de la Salud tenía un mal, que eran las levantás, y este año se han suplementado los palos, se ha jugado con las tallas, de manera que creemos que en un 99 por ciento de los casos se ha solucionado el tema de las malas levantás. Este año pues tocará arreglar otra cosa, por supuesto que sí, y estamos a disposición de las hermandades. La colaboración de la JCC y el entendimiento con las hermandades es total. Así que ahora, una vez que tenemos los informes de todos los capataces, tendremos reuniones con las hermandades,  y empezaremos a ver dónde nos dicen los capataces que está el problema y por supuesto la JCC intentará solucionarlo.

-Termina una Semana Santa y vuelve la polémica de la carga, si una cuadrilla ha innovado por aquí o por allí. Si se está sevillanizando o si perdemos las señas de identidad. Curiosamente, este año las miradas se centran en el andar a doble paso del Cristo del Perdón, que dejó de cargar la JCC el año pasado. Además, la JCC se desmarcaba de una corriente que quiere pedir al Ayuntamiento que proteja el estilo isleño. ¿Qué puede decir al respecto?

— La JCC no se desmarca de la defensa de la carga de La Isla, no se desmarca de querer llevar los pasos como siempre se han llevado, por supuesto depurando estilo, adaptándose a los tiempos. La JCC no se desmarca de la defensa a ultranza de la carga de La Isla. La JCC de lo que se desmarca es que hagan algo en su nombre sin contar con ella. Esto lo quiero dejar claro. El problema que ha habido con esta noticia de un audio de whatsapp, que me parecía poco serio darle veracidad a un simple audio o nota de voz. Tuvimos que apechugar con ello, yo personalmente, pero no nos desmarcamos de la defensa, no nos desmarcamos de cualquier situación a la que haya que llegar. De lo único que nos desmarcamos es que alguien use el nombre de la JCC y en este caso de su presidente para hacer lo que ellos quieran. Lo que haya que hacer, que se haga, pero bien hecho. Yo no me puedo desmarcar, porque la JCC no puede imponer, pero si disponer entre la posibilidad de cargar un paso o no cargarlo. Evidentemente si cualquier hermandad viene a decirnos que carguemos a doble paso, la JCC va a decir que no. Y eso es una defensa de la carga de La Isla. Si nos dicen que hagamos cualquier cosa que entendemos que no está dentro de los cánones del estilo de San Fernando, la JCC va a decir que no. Esa es nuestra defensa de la carga de La Isla. Metiéndose debajo de los pasos, haciendo los quietos, los vámonos,  más cortito, con el compás más abierto, con todos los recursos que entendemos tiene la carga de La Isla que no son pocos. Mejorando, perfeccionándolo, pero la JCC no se desmarca de la defensa de la carga de La Isla en ningún momento. Se desmarca de que hagan cosas en su nombre sin contar con ella.

-¿Cómo va esa declaración de la carga como Bien Inmaterial de Andalucía?

— Se ha retomado porque parecía insuficiente por lo visto. Lo hemos retomado y lo estamos haciendo con más contenido, con más apoyos. Cosas que creíamos que no era necesario, pero sí que ahora no está mal que los grandes colectivos de la ciudad se adhieran a esta propuesta y simplemente eso. Es un reconocimiento a la labor desarrollada durante tantos años por los cargadores de La Isla. Si se quiere fijar una fecha para que sea tradición, o costumbre, que lo hagan los entendidos y los que de verdad crean que pueden hacerlo. El Bien Inmaterial de la Carga es un reconocimiento al estilo de la carga de La Isla y por supuesto a su antigüedad, que pocos de los que estamos vivos hoy en día conocen su verdadero origen y pueden datar una fecha exacta de cuándo se empezó a cargar con almohada, cortito y a las bandas, la carga de los salineros.  Es una declaración del estilo.

-¿Puede declararse Bien Inmaterial de Andalucía y que se quede en eso?. Abundo. ¿Que se pierda el estilo con esa declaración otorgada?

— Por supuesto que sí. Evidentemente que se puede perder, pero no lo perderíamos nosotros, porque se perdería la única seña de identidad que nos hace distintos.  Las hermandades son soberanas de hacer lo que quieran, pero lo que sí está claro es que el día que se pierda el estilo de La Isla, se pierde la única seña de identidad que nos diferencia de cualquier otra Semana Santa. Porque pasos de Guzmán Bejarano la tiene cualquiera. Una talla de la Roldana o de un buen escultor, se puede encontrar en cualquier pueblo de la sierra. Un estilo de carga como hay en La Isla no te lo vas a encontrar en ningún sitio. El día que se pierda el estilo, pues seremos una más, y nunca nos vamos a acercar al patrimonio histórico, artístico y económico que tiene Sevilla. Evidentemente, si se pierde que los pasos vayan cargados como actualmente, la Semana Santa de La Isla será una más, le pese a quien le pese.

-¿Cómo se puede definir el estilo auténtico de La Isla? Hay cargadores antiguos que hablan del medio ganchete y que el actual no es el estilo genuino

Ni si quiera en la vida de la JCC los pasos se cargan igual que hace 40 años. Los mecíos no son tan bruscos, la carga es más suave. Estamos adaptados a la idiosincrasia de la hermandad, de lo que nos pide, de la seriedad, o lo contrario. Lo que no pidan las hermandades y el estilo de La Isla es el que creemos que hemos aprendido. Es verdad que hay gente que dice que exactamente igual no es. Después estarán los recursos del medio ganchete, del picado, de la almohada corrida. Todo ese tipo de cosas no sé si son iguales a hace 50 o 60 años, pero la base es la misma, pero claro cada vez nos lo ponen más difícil, porque incluso a bandas de La Isla le piden que hagan el redoble sevillano. Eso es lo que cada vez nos lo pone más difícil para hacer una carga como se ha hecho en San Fernando. Lo mismo que no hay necesidad de meter un doble paso de los cargadores, tampoco hay necesidad de hacer un redoble sevillano detrás de un paso. Pero como lo hacen, pues tenemos que adaptarnos, y creo que bastante bien. Me parece que las bandas que vienen de fuera engrandecen la Semana Santa de San Fernando, pero hay que reconocer el esfuerzo de los cargadores para poderse adaptar a este tipo de circunstancias.

-En la misma JCC los pasos andan de distinta forma. No van igual Humildad y Paciencia, que viene de lejos que Medinaceli o Huerto en el centro.

—Esa es una de las grandezas que tiene la JCC, que demuestra que no tiene una carga única y exclusiva. JCC se adapta a las necesidades e idiosincrasia de cada hermandad. Humildad va más alegre. Medinaceli tiene otro estilo y anda de otra manera. La gente se adapta, por eso ahí está la grandeza y que nadie diga que nuestra carga no es diversa, que no está enriquecida, pero una asociación como JCC que puede mostrar distintos tipos de carga, sin perder el estilo, dentro de una Semana Santa creo que dice mucho de la evolución y de la adaptación de los cargadores.

-¿En qué disposición está la JCC si ahora viene una hermandad a pedir sus servicios?

— De momento a estudiarla. A nadie se le dice que no, pero la comisión de cuadrillas tiene que hacer un estudio y ver que realmente lo primero son las hermandades que ya tenemos. Eso es lo más importante y lo que tenemos que respetar. De ahí para adelante, si hubiera alguna solicitud para cargar cualquier hermandad, por supuesto que estamos disponibles. La JCC se nutre de la carga de los pasos de las hermandades, no de mantenerlos siempre, porque la JCC ha tenido una historia de idas y venidas, de cargar tres cofradías más y tres cofradías menos.  Tuvimos la suerte de cargar y portar Vera-Cruz, donde entraron 80 personas más en Semana Santa, porque vinieron una semana antes y la JCC sacó y ha mantenido 80 cargadores para la Hermandad de la Vera-Cruz, con el Perdón y sin el Perdón. La disponibilidad de JCC es recibir a todas las hermandades, estudiarlo y si existe la posibilidad, cargarla.

-La carga de la Vera-Cruz fue muy difícil. Los cargadores estaban muy afectados por la muerte esa misma mañana de Antonio Manuel Zaldívar Cruceira. No había ánimos para meterse debajo del paso. ¿Cómo ha asimilado la entidad esta triste pérdida?

—Creo que la Asociación ha demostrado una entereza que era muy difícil. En cualquier caso, quizás en la disposición de salir a la calle, alguno hubiera tenido sus dudas, porque era uno más de nuestra familia, que hasta un día antes o dos días antes había estado codo con codo con nosotros. Creo que la JCC de nuevo demuestra lo que es. Una gran familia, la fortaleza y la solvencia que tiene. Incluso faltando uno de nuestros miembros, y muy importante en cuanto a la cercanía, a lo integrado que estaba, la JCC saca esas fuerzas que no sabemos de donde y se meten 80 cargadores, que en un momento u otro han coincidido con Antonio, con un hermano de palo, y saca no sólo la del Miércoles Santo, muy difícil por la cercanía del momento, pero saca también la del Jueves Santo, que Expiración es una hermandad donde él iba a la que pertenecía y saca otra el Viernes Santo donde también él formaba parte.  

   Por supuesto, tengo que agradecer el apoyo y las fuerzas que nos han mandado casi todas las cuadrillas de La Isla, que han tenido un gesto de cariño con la JCC y hacia Antonio Zaldívar, que ha demostrado que en el fondo, sí que está unida la carga de La Isla. Por desgracia tiene que pasar algo de esto para darnos cuenta. Lo que sí puedo asegurar es que la mayoría de las hermandades y la mayoría de las cuadrillas ha tenido un detalle con la JCC.

-La JCC celebra su 40 aniversario ¿queda algo más por celebrar para conmemorar la fecha?

—Ya dije en su día que el cuarenta aniversario nada más que era un reconocimiento a los que habían iniciado esto. Se ha demostrado con las personas que hemos elegido para hacer grande nuestra Cuaresma, como la presentación del cartel con Rafael Marín Gálvez; con la presentación del Botijo, con Carlos González Gago y Mamé Abreu Ibáñez; con el homenaje que se le ha dado a todos los cargadores más antiguos en el pregón, que ofreció Manuel Infante Pino. No podemos decir que haya que hacer nada más fuera de lo común, porque nuestra historia se demuestra andando, cargando y esperemos celebrar el medio siglo de vida en San Fernando, que es difícil, sobre todo cuando tu no dependes de ti mismo, sino de que las hermandades cuenten contigo.

-¿Contará la JCC con el Real Teatro de Las Cortes para su pregón el próximo año, toda vez que es el cierre de la Cuaresma isleña?

—Hombre, intentarlo, lo vamos a intentar. Gustar nos gustaría, pero es otra cosa que no depende de nosotros. Cada uno tiene sus razones,  y serían las más fuertes para poder ir al teatro, pero en los que mandan, está la habilidad de gestionar estas condiciones para que alguien pueda ir, y alguien no pueda ir. Lo mismo digo. 40 años de historia, el pregón no oficial más antiguo y que se mantiene en el tiempo, el concierto de marchas primero y el más antiguo ininterrumpidamente, una asociación que tiene el grupo humano más importante que hay bajo los pasos en San Fernando. Creo que son suficientes motivos para que tengamos nuestro sitio en el Real Teatro Las Cortes. Que no, pues la humildad es otra de las cosas que son señas de identidad y nos tocará ir donde nos toque.

-Por delante a la JCC le queda portar el paso del Huerto en el Vía Crucis Magno del 7 de julio y en la procesión extraordinaria de septiembre. ¿Cómo preparan estas salidas extraordinarias?

—Sigo resaltando que la JCC está trabajando para que todo sea perfecto, conservar nuestras señas de identidad, lo mismo que lo es Camarón, las salinas... Y JCC actuará lo mismo que con Caridad. Se respeta la cuadrilla actual y como sabemos que el recorrido de Cádiz es exigente, por las horas, por la calor, pues la JCC completará dos cuadrillas, para el Vía Crucis Magno y para la salida extraordinaria, porque es una manera de darle garantías a la hermandad del Huerto para el Vía Crucis Magno.

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