La decisión de la hermandad del Santo Entierro de prescindir de la JCC para el próximo año, algo que ya hizo hace más de una década, para retornar de nuevo a la JCC, ha creado malestar en cargadores de la entidad que llevaban años cargando los pasos de los titulares de la cofradía carmelitana.
El presidente de la JCC, José Luis de la Cruz, que afronta las últimas semanas del mandato, ha atendido a Cofrade San Fernando y ha asegurado que "La JCC no se merece esto. Son muchos los cargadores que se han entregado bajo los palos de los pasos del Santo Entierro, y tras la recogida, todo fueron abrazos y felicitaciones".
Para José Luis de la Cruz, "pienso que ha sido una decisión precipitada, porque si había algún problema con las cuadrillas, nos lo podían haber dicho. Pero está claro que si la hermandad no anda en la calle, los pasos no pueden andar. De hecho, el paso de palio, en el que iba de capataz, hizo desde la Alameda hasta el callejón de la Compañía de María en dos trepás".
El malestar en el seno de la JCC existe, según el presidente, porque "la JCC ha entrado por la recogida de espaldas, por vestir de chaqué, por estar el año pasado 3 horas en San Francisco esperando a ver qué se hacía, estar un Sábado Santo después de varios traslados, porque ahí la JCC tenía que estar y estuvo. Hablar de un andar más agil y homogéneo cuando ya el palio salió más tarde del minutaje que tiene la hermandad, o cuando hubo que recuperar terreno por el parón de Desamparados y cuando la procesión no andaba, no se puede culpar a las cuadrillas".
El presidente abunda al cuestionar sobre 'quietos' en la salida que "si la hermandad no anda, no podemos estar tocando fondo a la primera repetidas veces". Además asegura que "la JCC es garantía y siempre ha dado su cariño a la hermandad del Santo Entierro".
"La JCC debe estar más unida que nunca"
Para De la Cruz, "ahora la JCC debe estar más unida que nunca. Esto es una decisión de una hermandad por condicionantes ajenos a la carga, porque he ido como capataz delante del palio y no hay motivo para prescindir de la JCC, y si lo hubiese habido, se habla".
No ha pasado por alto tampoco el cuestionamiento de los refrigerios o parada técnica. Algo que considera necesario, sobre todo para cargadores que no descansan. Para el presidente de la entidad, "el mundo cofrade debe reflexionar acerca de tantos golpes de pecho en pregones, artículos, en la radio, etc., porque el cofrade todo lo que supone que es ser cofrade, debe ponerlo en práctica. Esto no es si una banda de música gusta más o menos, esto es decidir sobre cargadores que ponen su esfuerzo, por una promesa, por un sentimiento, por cariño a los titulares de la hermandad. En mis años de presidente he vivido momentos muy bonitos, pero también he visto cosas ajenas al ambiente cristiano y si ésto se da aquí, ¿cómo será fuera?", cuestiona.
Pese a todo, José Luis de la Cruz espera que "la hermandad tenga suerte le salga lo mejor que pueda. La JCC no quiere el mal para ninguna cofradía", concluye.
