La Roteña evidencia estar pasando por un pequeño bache en la temporada. Encadenó un nuevo tropiezo, esta vez una derrota; la primera en su estadio. El equipo entrenado por Carlos Camacho se encontró con un buen filial del Algeciras CF que planteó un partido de lo más exigente a una Roteña lastrada por las bajas capitales como la de Adri Curti, aunque las que más se hicieron notar desde el principio fueron las de Álex Expósito por lesión y Luis Lara por sanción. Las ausencias de los dos principales puntales del equipo en ataque, cargaron buena parte de la responsabilidad ofensiva sobre la espalda de Álex Valero que lo intentó de todas las maneras. Tanto es así, que tiró de un recurso espectacular para marcar el primero de la Roteña en la segunda mitad: una patada karateca para conectar un remate casi imposible a un centro llovido desde el primer palo. Sirvió para colocar el empate tras el tempranero gol visitante de Pimienta, pero no para contrarrestar la pegada sensacional de un Algeciras B absolutamente desatado que encontró las costuras a la defensa rojilla. Javi Zafra, Boli y el propio Valero buscaron la remontada en sendos remates, pero la falta de puntería, sumada a la buena actuación de Miguel Ángel en la portería visitante frustraron los intentos de la Roteña.
En la portería contraria, Jairo Ruiz no estaba teniendo su mejor día. El guardameta rojillo protagonizó la foto de la falta de entendimiento con Maikel que a punto estuvo de aprovechar Denis para marcar el segundo de los visitantes. Y, posteriormente, fue sorprendido por un tiro raso de Álvaro Ruiz desde fuera del área que entró a la portería pegado al palo en el minuto 80. Poley, en su regreso al Manuel Bernal, buscó la última para la Roteña con un lanzamiento desviado, pero, al final, nada pudo evitar la primera derrota en casa del equipo que da un paso atrás ahora, con la intención de que en el futuro pueda servir para dar dos hacia adelante. La próxima semana, buscará un triunfo en el campo del colista, el Bazán, con la intención de recuperar sensaciones y reengancharse a la parte alta de la tabla que, a pesar de este mal momento, no se divisa todavía como nada lejana.