Un programa de radio en directo, talleres de maquillaje, concursos de disfraces y encuentros de videojugadores.
Un programa de radio en directo, talleres de maquillaje, concursos de disfraces y encuentros de videojugadores son algunas de las actividades que han rodeado a Expomanga 2011, mucho más que el salón madrileño dedicado al cómic japonés.
La feria, que este año cumple su décima edición, se ha convertido en una cita imprescindible para los lectores de cómic y manga y se ha consolidado como lugar de encuentro para compartir intereses, conocer gente e
informarse sobre las iniciativas que rodean a esta afición.
La propuesta de la Academia Carlos Díez no es la más original, pero personaliza el paso adelante del hobbie a la profesionalización que muchos otaku (los fanáticos del manga) deciden dar gracias a una serie de cursos que cubren todos los pasos de la producción de cómics, desde el dibujo hasta la ilustración digital, e imparten dibujantes como Óscar Martín, autor de títulos como Solo, Bakalao o Él.
El éxito, como apunta Eva Zapatero, responsable del expositor de la academia es, después de una completa formación, cuestión de talento y suerte, algo de lo que sabe mucho Alberto Santos, que desde hace 16 años se dedica a la edición de cómics, novelas y publicaciones de temática friki.
Enciclopedias de sagas como la de El Señor de los Anillos o la novela gráfica de la transgresora y original Orgullo y Prejuicio y Zombies, forman parte de la oferta de Alberto Santos Editores, con un 90 por ciento de obras de autores españoles.
Aunque su catálogo no incluye títulos de estética japonesa, según Santos, “las publicaciones fantásticas deben mucho al manga, que ha atraído hacia este género al público femenino, que en los años 90 apenas se interesaba por él”.