El Gobierno municipal de Puente Genil harta de los "incumplimientos del concesionario sobre retrasos en el abono de nóminas y mantenimiento de la instalación"
El hartazgo de los trabajadores y más recientemente, los problemas generados a partir de un fallo en una de las bombas, así como la falta de cloro y otros productos necesarios para el mantenimiento de la temperatura de los vasos que han provocado que durante esta semana los vasos de la piscina cubierta hayan quedado temporalmente fuera de servicio, han acabado por colmar la paciencia del equipo de Gobierno municipal, cuyo portavoz, José Antonio Gómez, ha anunciado que el Ayuntamiento iniciará los trámites para rescindir el contrato de explotación de las instalaciones deportivas municipales de la piscina cubierta que mantiene con la actual empresa concesionaria. Gómez explicó que la decisión se ha adoptado “tras varios incumplimientos por parte del concesionario en cuanto retrasos en el abono de nóminas y en mantenimiento de la instalación”, a lo que se ha unido “lo visto en la última semana cuando ha tenido que cerrar al uso los vasos de agua por no cumplir los parámetros establecidos en la normativa de la Junta de Andalucía para este tipo de instalaciones”. “A la vista de que no hay mejoras a pesar del tiempo en el que la instalación permaneció clausurada este verano, un periodo en el que podría haber previsto e incluso haber invertido para evitar problemas como el ocurrido en la instalación y no habiéndolo hecho, y también, ante los continuos problemas económicos que parece constatar la empresa a lo largo del tiempo pese a la aportación municipal, hemos solicitado a la secretaría del Ayuntamiento que nos informe sobre todos estos incumplimientos, teniendo en cuenta también el informe externo finalizado este año”, explicó el concejal de Deportes, quien señaló que “esperamos que dicho informe jurídico nos permita rescindir el contrato para evitar alargar está situación en el tiempo, un tiempo que ahora mismo incluso presenta mayor complejidad debido a la pandemia provocada por el Covid-19”. A partir de ahora, Gómez dijo que habrá que esperar a los contenidos del informe, ya que la rescisión del contrato puede implicar que el Ayuntamiento continúe con el servicio o que se cierre directamente la instalación. “Tendríamos que ver cómo está la instalación para ponerla a punto o al día y ver lo que hace falta para mantenerla, o preparar otro pliego de concesión con el que aspirar a un nuevo concesionario”. “El modelo no es problema, porque está funcionando en otros lugares de España”, dijo Gómez, quien también indicó que “si la piscina se cierra, los trabajadores pertenecen a la empresa, y si la empresa no gestiona otra instalación, lo más probable es que pasen a estar en situación de desempleo”.