La autoridad judicial ha decretado el ingreso en prisión de tres varones de entre 24 y 28 años y de origen senegalés detenidos por la Policía Nacional en Motril, en la costa de Granada, como supuestos responsables de la introducción en España de 87 inmigrantes subsaharianos que llegaron en una embarcación tipo neumática.
Así lo ha informado este miércoles la Policía Nacional en una nota de prensa, los detenidos habrían patroneado la barcaza desde la costa de Marruecos hasta el lugar donde fueron rescatados por Salvamento Marítimo en el mar de Alborán.
El pasado día 8 de diciembre se produjo la interceptación de la embarcación neumática en el mar de Alborán por parte de Salvamento Marítimo, siendo sus ocupantes 87 inmigrantes de origen subsahariano, concretamente 74 hombres y 13 mujeres, quienes fueron trasladados al Puerto de Motril.
Habida cuenta de que, junto con estas personas viajaban otras que "forman parte de organizaciones criminales dedicadas a obtener grandes beneficios con la inmigración ilegal", los agentes especializados en la materia pertenecientes a la Unidad contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Granada iniciaron su investigación.
Una vez a salvo y tras recibir la asistencia necesaria, se realizaron los trámites administrativos recogidos en la Ley de Extranjería para los inmigrantes irregulares llegados en patera. Posteriormente los agentes de la Ucrif, en colaboración con el servicio de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), llevaron a cabo entrevistas a los integrantes de la patera que "permitieron identificar a los tres ciudadanos senegaleses como responsables de los sistemas de orientación y navegación de la embarcación".
Como resultado de estas gestiones los agentes pudieron determinar que estas tres personas "se habrían venido turnando durante la travesía por el Mediterráneo realizando labores de tripulación y manejo de instrumentos de orientación desde costas marroquíes próximas a Melilla".
Los 87 inmigrantes subsaharianos habrían subido a la embarcación neumática tras permanecer escondidos durante varios días en las montañas cercanas a la zona costera de Marruecos, para ser trasladados posteriormente a la patera, "justo momentos antes de zarpar". Previamente cada uno de los transportados habría abonado una cantidad de dinero a los integrantes de estas mafias como pago por el viaje entre Marruecos y España.
El trabajo de estos policías suele verse entorpecido por el hecho de que los patrones sueles impartir instrucciones entre los ocupantes de la patera, "llegando a amenazarlos de muerte si alguno denuncia los hechos a las autoridades policiales españolas".