La Guardia Civil ha desarticulado una red de narcotráfico dedicada a introducir grandes partidas de droga en España y ha detenido a nueve personas e intervenido 54 kilos de cocaína, que oculta entre un cargamento de plátanos, habían llegado procedente de Colombia al puerto de Marín (Pontevedra), según ha informado el Instituto Armado.
La operación, bautizada 'Jaula', se ha desarrollado en Pontevedra, Granada y Córdoba. Los nueve detenidos, seis en Marín y tres en Granada, son cuatro españoles, un ruso, un colombiano, un argentino, un peruano y una mexicana.
Las investigaciones comenzaron con el análisis de documentación intervenida en otras operaciones contra el narcotráfico, que llevaron a una persona identificada como Christian E., residente en una urbanización de lujo de la localidad de Dílar (Granada), como sospechoso de dirigir una red que estaba preparando la introducción de una importante partida de cocaína en España a través del puerto de Marín.
El identificado como Christian E. resultó ser un importante narcotraficante español, Antonio Manuel B.I, estaba siendo buscado por la Justicia desde el año 2006 para el cumplimiento de una condena de 17 años de prisión.
El sospechoso fue sometido a vigilancia y los agentes identificaron a los demás miembros de la organización. En los últimos días, el sospechoso principal se desplazó a Pontevedra y mantuvo frecuentes reuniones con otras personas de la red, en la que extremaban medidas de seguridad que acrecentaron las sospechas de que la llegada del estupefaciente al puerto de Marín podría ser inminente.
Los investigadores sospechaban que la droga podía llegar en un cargamento de frutas y, tras la llegada de un mercante procedente de Colombia, perros detectores de drogas de la Guardia Civil marcaron un palé que trasladaba cajas con plátanos. Tras ser inspeccionado, se halló entre la fruta 54 kilos de cocaína de gran pureza, iniciándose a partir de este momento las detenciones de todos los miembros de la organización.
DETENIDOS EN DÍLAR
En la localidad granadina se detuvo a una mujer mejicana, compañera sentimental del jefe de la organización, a un colombiano y un peruano, miembros del cártel que había enviado a España la cocaína, que se habían desplazado desde Sudamérica para supervisar la llegada del estupefaciente.
Una vez detenido el jefe de la red, se comprobó su verdadera identidad. Ya en el año 2001, tras una operación policial realizada en Colombia en la que se intervinieron más de 1.000 kilos de cocaína y seis millones de euros, esta persona fue detenida en España por ser integrante de esa estructura.
Antonio Manuel B.I. estaba obsesionado por su seguridad y por la de sus operaciones, así que además de utilizar documentación falsa, sistemas tecnológicos para evitar que sus comunicaciones fueran interceptadas, guardaespaldas, etcétera, con frecuencia cambiaba su apariencia física. A los alijos de droga que introducía en España a través de contenedores marítimos, les colocaba sistemas de localización para conocer en todo momento su ubicación.
Además de las detenciones, se han practicado dos registros domiciliarios en las localidades pontevedresas de Cangas de Morrazo y Vigo, uno en Dílar (Granada) y uno en Montilla (Córdoba), en los que se han intervenido vehículos de alta gama, inhibidores de frecuencia, dinero en efectivo, sistemas informáticos, etcétera.
La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción núm. OCHO de Vigo y Fiscalía Antidroga de Pontevedra, ha sido llevada a cabo por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en Pontevedra, contando con la colaboración de la Unidad Operativa de Vigilancia Aduanera de Vigo (DAVA) y de otras Unidades de la Guardia Civil de las provincias afectadas, durante la fase de explotación.