Los tres acusados de robar la caja fuerte del Granada CF con la recaudación de la taquilla de un partido contra el Barcelona han negado hoy su implicación en los hechos y uno de ellos ha dudado del celo del club para velar por sus fondos e incluso de la existencia real del delito.
El juzgado de lo Penal 3 de Granada ha celebrado hoy la primera sesión del juicio contra los tres acusados de robar la caja fuerte del Granada CF, para los que la Fiscalía pide tres años de cárcel.
El robo tuvo lugar el 18 de octubre del 2011 en las oficinas que tiene el club en el estadio de Los Cármenes, momento en el que la caja fuerte superaba los 130.000 euros con la recaudación del partido contra el Barcelona F.C..
El acusado Juan Carlos C.S., jefe de seguridad de la empresa municipal encargada del recinto en el momento de los hechos, ha explicado que las cámaras de seguridad estaban desconectadas por unas obras en el estadio para cambiar unos focos y que sólo funcionaban para controlar los accesos los días de partido.
Ha asegurado que desconocía que en las oficinas del club se guardase dinero y ha explicado que el sistema de acceso a esta parte de Los Cármenes era independiente al del resto de las instalaciones, para las que sí tenía libre circulación.
Juan Carlos ha recordado que no entregó a la Policía las imágenes del disco duro de la cámara de seguridad porque no tenía un dispositivo con capacidad suficiente y que, cuando fue a hacerlo al día siguiente, descubrió que el disco duro del ordenador había sido sustraído.
Ha reconocido que hizo una tarjeta de acceso general, denominada 'tarjeta 300' y que se utilizó para cometer el robo, pero ha dicho no saber a quién se la entregó "por confianza o por mal hacer".
"Al principio no creía mucho la historia del robo", ha apuntado, tras explicar que "con los antecedente" del club para velar por su dinero "me costaba trabajo creer lo del robo".
El jefe de seguridad ha dicho que pudo manipular las tarjetas de acceso a las oficinas pero que no lo hizo y que sabía que dejaban un registro de uso, tras lo que ha declarado que "siempre he tenido la convicción de que el robo no ha existido".
El gerente de la empresa Tecnimatic Security que controlaba los mandos de apertura de las puertas e imputado Jonatan L.G., ha explicado que estuvo con la familia y luego se fue cerca del estadio a ver un partido en un bar, lugar al que lo llevó su hermano, el también acusado y técnico de la misma empresa Daniel L.G..
Daniel ha detallado que antes del robo existía un control de seguridad "mejor", ha negado tener mando de la puerta o saber que había una caja fuerte.
El responsable policial de la investigación ha apuntado que no se rompió ni forzó la entrada para cometer el robo en siete minutos, que se usó la 'tarjeta 300' y se conectó y desconectó la alarma para cometer el delito durante un juicio que continuará mañana.