Felicidad Rodríguez, profesora titular de Anatomía y Embriología Humana de la Universidad de Cádiz (UCA), y Antonio Macías, enfermero y liberado sindical de UGT, al frente de la Secretaría de Salud, Servicios Sociosanitarios y Dependencia de la organización regional, son dos de los profesionales sanitarios de la provincia que se pusieron a disposición del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en cuanto se decretó el estado de alarma, pero ambos
siguen hoy sin tarea asignada.
Felicidad Rodríguez respondió de manera inmediata al llamamiento del Colegio Oficial de Médicos, para que médicos en activo que en este momento no desempeñan una labor asistencial, médicos jubilados , graduados en Medicina que están preparando el MIR y estudiantes de Medicina que están cursando el último año de formación atendieran las demandas asistenciales que vayan surgiendo con motivo de la pandemia del Covid-19.
Cádiz suma ya 134.
Espera “con preocupación” la evolución de la infección y asegura “estar alerta y a disposición” de las autoridades sanitarias.
“Es nuestro deber”, señala, al tiempo que expresa el orgullo por “los compañeros clínicos” que, en primera línea de batalla, combaten contra el virus sin, remarca, disponer de todas las garantías de protección por falta de material.
De hecho, la provincia cuenta ya con
más de 400 profesionales de la sanidad pública en aislamiento en casa y, como apuntaba CSIF, “fuera de juego”, sumando aquellos que ya han dado positivo y aquellos que están a la espera de resultados pero que se encuentran en cuarentena por haber estado en contacto con pacientes contagiados.
Al respecto, Antonio Macías lamenta la falta de respuesta del Gobierno autonómico.
“Necesitamos con urgencia test rápidos y material de autoprotección”, denuncia. “No necesitamos en absoluto -añade-, cortinas de humo”, agrega en relación a las palabras del vicepreisdente de la Junta, Elías Bendodo, conminando a los liberados sindicales a reincorporarse en sus puestos de trabajo. “No ha habido ningún problema con los compañeros”, explica.
En este sentido, insiste, “estábamos a disposición de la Administración autonómica desde el pasado día 12”, antes de que Bendodo hiciera sus declaraciones. “El verdadero problema -concluye- no es la movilización de personal,
es la falta de medios”.