Facua puso en el disparadero a Cádiz al situarla entre las ciudades de España con el agua más cara, segundos solo por detrás de Murcia, en un estudio entre las 35 localidades más importantes del país realizado en 2017. Es cierto que en la última edición del informe, en el que la organización de consumidores incluye a todas las capitales de provincia y concluye que las tarifas varían hasta un 1.139%, no lidera el ránking y aparece reseñado en el apartado de ayuntamientos que registran una reducción en el importe de las facturas.
Sin embargo, en la comparativa provincial, el precio del agua en Cádiz de una familia que consuma al mes una media de 6 metros cúbicos de media casi triplica al de Sanlúcar, en el otro extremo, con un coste de 6,54 euros frente a 2,77, respectivamente, un 236% más, de acuerdo al cálculo en base a las ordenanzas municipales correspondientes al año 2019. Jerez (6,48), San Fernando (6,41), Arcos (6,34) y Medina (6,09) están igualmente a la cabeza, con la capital, mientras que Villamartín (4,18), Chiclana (4,14), Puerto Real (3,99) y Conil (2,81) acompañan a Sanlúcar a la cola de la tabla.
El gerente de la empresa pública Aguas de Cádiz, Jesús Oliden, admite que la tarifa de consumo se encuentra por encima de los municipios abastecidos por el Consorcio (en realidad, por encima de todos), pero considera importante señalar que “no ha subido el precio en los últimos años, y ha absorbido y asumido tanto el incremento del Consorcio de la Zona Gaditana como la subida del IPC en lugar de repercutirlas sobre los abonados”. Por otro lado, reseña que, a diferencia de otras ciudades, prácticamente no hay industria en Cádiz: “Se grava el uso industrial para beneficiar al uso doméstico pero aquí el uso doméstico supone el 88,24% del total de abonados, así que es imposible”. Y apunta, asimismo, a que, considerando el conjunto del recibo, Aguas de Cádiz incluye cánones que en otros lugares no existen, como el canon de trasvase, que afecta a los usuarios que reciben caudal del Guadiario-Majaceite; el canon de depuración, que grava la financiación de las obras de construcción de la depuradora Cádiz-San Fernando, que asumen en un 40% del total ambos municipios, y la adquisición de los terrenos, que pagan en su totalidad; o el canon de mejora para invertir en obras de mantenimiento y modernización de infraestructuras hidráulicas y que no necesariamente todos los vecinos de la provincia pagan.
De hecho, una de las razones por las que el suministro de agua es tan barato en Sanlúcar es la ausencia de un canon de mejora, apunta Manuel Ferraz, director de Apemsa, empresa mixta que gestiona el servicio en El Puerto. Pero la falta de recursos para remozar la red provoca episodios como el registrado recientemente en la localidad de la Costa Noroeste, con un vertido de aguas fecales porque el colector, único, se colapsa con las intensas precipitaciones y alivia su contenido contaminado así.
Sin perder de vista que cada servicio municipal de agua es potestad del Ayuntamiento y, por lo tanto, cada Ayuntamiento es soberano en relación a sus tasas sin que haya legislación alguna, la responsable de Comunicación de Aqualia, África Hidalgo, puntualiza que estos dos conceptos, suministro y cánones, representan en torno al 35% y el 10% del total de la factura. La depuración (12,67%) y el alcantarillado (10,92%), junto con el cobro de la recogida de residuos sólidos urbanos, incluido a veces en este recibo, completan la otra gran parte. Y enumera entre otros elementos importantes a tener en cuenta al medir el coste total del servicio cuestiones de organización, como el personal contratado, o la compra de reactivos químicos para llevar a cabo el tratamiento de potabilización, desinfección y depuración.
Pero, sobre todo, subraya en primer lugar, el desembolso en la compra del agua en alta, porque depende de si un municipio tiene o no suministro propio, el coste varía considerablemente. Vejer, por ejemplo, es cliente del Consorcio porque, pese a tener reservas propias, no son las más adecuadas para el consumo. Jerez dispone del Tempul como alternativa. Y, por otro lado, Hidalgo apunta a la compra de energía eléctrica y de las infraestructuras del municipio, si cuenta con estación depuradora (EDAR), potabilizadora (ETAP), bombeos de agua potable (EBAP) o bombeos de agua residual (EBAR).
Ferraz aporta dos casos extremos en este sentido: Vejer tiene las fuentes de suministro en la parte baja del pueblo, lo que obliga a bombear a 180 metros unas 3.000 toneladas de agua al día, o Arcos, con siete redes de abastecimiento y los depósitos a 240 metros, y un consumo de 9.000 toneladas al día en pleno verano. Oliden se refiere a la propia ciudad de Cádiz, ciudad llana, con la depuradora a siete kilómetros, lo que obliga a mantener 13 estaciones de elevacion de aguas residuales, con el consiguiente encarecimiento del servicio. Un concepto más a tener en cuenta es el IVA que, según el estudio de Aqualia, representa casi el 7% de lo que pagamos.
Al respecto, el director-gerente de Apemsa lamenta que el agua, pese a ser de primera necesidad, no tenga el tipo superreducido del 4%. Toda una contradicción pero actualmente, en términos fiscales, es más barato adquirir un litro de leche que gastar un litro de agua.
