El Papa Francisco ha pedido tomar "decisiones efectivas" para proteger el planeta durante el saludo del Santo Padre a las delegaciones que este año han donado el pesebre y el árbol de Navidad, inaugurado la tarde de este jueves en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.
"Deseo de todo corazón a ustedes, a sus conciudadanos y a todos los habitantes de vuestras regiones, que pasen con serenidad y fraternidad la Navidad del Señor. Que la Virgen María, que acogió al Hijo de Dios en la debilidad de la naturaleza humana, nos ayude a contemplarlo en el rostro de los que sufren, y nos sostenga en el compromiso de ser solidarios con las personas más frágiles y débiles", ha afirmado.
En sus saludos, el Santo Padre también ha expresado su gratitud y reconocimiento a las autoridades civiles, eclesiásticas y a los fieles de estas diócesis italianas por la donación de estos dos símbolos religiosos navideños, al tiempo que ha recordado la tormenta del otoño pasado que devastó muchas zonas del Triveneto, al norte de Italia.
"El encuentro de hoy me brinda la oportunidad de renovar mi aliento a vuestras poblaciones, que el año pasado han sufrido una catástrofe natural devastadora, con la destrucción de enteras zonas boscosas. Son acontecimientos que nos asustan, son señales de alerta que nos envía la creación, y que nos piden que tomemos de inmediato decisiones efectivas para la protección de nuestra casa común", ha asegurado.
Sobre la inauguración del pesebre y la iluminación de las luces que adornan el árbol de Navidad, el Papa Francisco ha explicado que permanecerán instalados hasta el final de las festividades navideñas, hasta el 12 de enero de 2020, y que ambos podrán ser admirados por los numerosos peregrinos procedentes de todo el mundo.
"Gracias, queridos amigos, por estos dones, y también por los árboles más pequeños destinados a otras áreas del Vaticano. He recibido con placer que en lugar de las plantas removidas, se replantarán 40 abetos para reintegrar los bosques seriamente dañados por la tormenta de 2018. El abeto rojo que han querido donar representa un signo de esperanza, especialmente para sus bosques, para que puedan ser limpiados lo antes posible y así comenzar el trabajo de reforestación", ha destacado.
El abeto mide unos 26 metros de altura y tiene un diámetro de 70 centímetros, llega directamente del Consorcio de usos cívicos de Rotzo-Pedescala y San Pietro de la provincia de Vicenza, Italia.
Asimismo, al explicar la composición del pesebre, el Santo Padre ha señalado que está hecho casi en su totalidad de madera y compuesto de elementos arquitectónicos característicos de la tradición trentina (de la zona de Trento). El belén de este año está hecho casi en su totalidad de madera y alberga entre 20 y 25 personajes de tamaño natural (la altura de las estatuas es de 1,80 metros
"Los troncos de madera, procedentes de las zonas afectadas por las tormentas, que sirven de telón de fondo al paisaje, subrayan la precariedad en la que se encontraba la Sagrada Familia en esa noche en Belén. El pesebre artístico de Conegliano, colocado en el Aula Pablo VI, ayudará a contemplar la humilde gruta donde nació el Salvador", ha explicado.
"Recordar lo que realmente es la Navidad"
Antes de concluir sus saludos a las Delegaciones que han donado el Pesebre y el árbol de Navidad, el Santo Padre ha recordado que hace unos días visitó Greccio, el lugar donde San Francisco hizo el primer belén y desde allí publicó la Carta sobre el Pesebre, "Admirabile signum".
El belén, según el Papa, "es un signo sencillo y maravilloso de nuestra fe y no se pierde, es más, es bello que se transmita de padres a hijos, de abuelos a nietos. Es una manera genuina de comunicar el Evangelio, en un mundo que a veces parece tener miedo de recordar lo que realmente es la Navidad, y borra los signos cristianos para conservar sólo aquellos de un imaginario banal, comercial" ha concluido.