Los vientos huracanados que azotaron el este y el norte de Alemania dejaron al menos siete muertos y, aunque el temporal ha cesado, todavía hay dificultades en el transporte público.
Además hubo al menos 24 heridos y cuantiosos daños materiales, sobre todo por coches destrozados por árboles que no soportaron el temporal.
"Quien tenga que usar trenes de cercanías debe buscar otras alternativas. Toda la red en la región tiene problemas, hay árboles que cayeron sobre los rieles", dijo hoy un portavoz de los ferrocarriles alemanes.
El temporal "Xavier" afectó ante todo a Berlín y los alrededores y arrancó árboles de raíz en toda la región.
En las calles de Berlín todavía hay árboles caídos y ramas, según el cuerpo de bomberos.
"Estamos despejando las calles pero los trabajos pueden durar todo el día", dijo un portavoz.
No obstante, el mismo portavoz señaló que no es necesario prescindir hoy del uso del coche sino que basta con conducir con cuidado.
En Brandeburgo, estado federado circundante a Berlín, además de los árboles caídos, hay vacas y ovejas que abandonaron sus establos y pueden representar un peligro en las carreteras, según la policía.
Las repercusiones del temporal sobre el tráfico ferroviario llevaron a que muchas personas tuvieran que pasar la noche en la estación central de Berlín, para lo que algunos trenes fueron habilitados como hoteles improvisados.