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Autoridades afganas aseguran haber matado a un hombre fuerte del jefe talibán

Al menos 51 supuestos insurgentes, entre ellos uno de los hombres de confianza del mulá Mansur, jefe del principal grupo de los talibanes afganos, murieron en la ofensiva de las tropas afganas por el control del sureño distrito de Sangin

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Al menos 51 supuestos insurgentes, entre ellos uno de los hombres de confianza del mulá Mansur, jefe del principal grupo de los talibanes afganos, murieron en la ofensiva de las tropas afganas por el control del sureño distrito de Sangin, en la provincia de Helmand, informó este jueves una fuente oficial.

"Comandos de la Policía y el Ejército lanzaron ayer anoche ataques en Sangin. El mulá Nasir, comandante militar y persona allegada al mulá Ajtar Mansur, murió junto con otros 50 combatientes", dijo el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Sediq Sediqi.

"El distrito de Sangin les costará mucho al grupo terrorista y a los talibanes traficantes de narcóticos", añadió en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter.

Sediqui indicó que las fuerzas afganas "están progresando" en este distrito, cuyo control aseguraron haber recuperado las autoridades afganas aunque los combates continúan.

El ministro de Defensa interino de Afganistán, Masoum Stanekzai, afirmó ayer que lo complicado de la situación no significa que "Helmand esté fuera de control", pero a la vez asumió que sus tropas están inmersas "en una guerra difícil".

La presencia de los insurgentes en Helmand no ha cesado ni siquiera desde la caída en 2001 del régimen talibán con la invasión estadounidense y se ha afianzado en los últimos meses.

Helmand concentra casi el 50 % de la producción de opio de Afganistán, una de las fuentes de financiación más importantes de los insurgentes.

Los responsables del Consejo Provincial, Karim Attal, y de la Sociedad Civil de Helmand, Sardar Muhamad Hamdard, alertaron el martes de la difícil situación que atraviesa desde hace meses esta provincia, donde los insurgentes llegaron a controlar una zona de su capital, Lashkargah, y se llegó a temer que ocuparan la ciudad como ocurrió en septiembre en Kunduz (norte).

El vicegobernador de Helmand, Muhamad Jan Rasoulyar, había advertido el domingo al Gobierno afgano de que la provincia estaba "a punto de desmoronarse" y reclamaba ayuda "urgente".

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