Más de 35 millones de ucranianos están llamados a las urnas este domingo para participar en las primeras elecciones parlamentarias en las que no votarán los ciudadanos de Crimea, la península anexionada unilateralmente por Rusia en marzo, y sin Viktor Yanukovich, el presidente ucraniano que dejó el poder en febrero de 2014 tras la presión de los manifestantes del movimiento de protesta de la Plaza de la Independencia de Kiev (Maidán).
Los comicios decidirán un total de 438 escaños de los 450 que componen el Parlamento unicameral, la Rada Suprema, toda vez que los doce correspondientes a Crimea quedarán vacantes porque allí no habrá cita electoral. El número podría ser menor por las dificultades para votar que se registrarán en las zonas bajo control de los separatistas prorrusos en Lugansk y Donetsk.
El sistema electoral ucraniano establece que 225 escaños se deciden por un sistema de voto proporcional basado en listas electorales cerradas con un mandato de cinco años. Los restantes 225 escaños se dirimen por mayoría simple en circunscripciones de un solo escaño, según datos del centro de estudios electorales IFES.
Hasta 2011, todos los escaños de la Rada se elegían por listas electorales cerradas en una única circunscripción nacional. Sin embargo, en agosto de este año, los parlamentarios aprobaron varias leyes para volver al sistema electoral mixto que se había aplicado en los comicios de 2006 y 2007.
El Parlamento saliente fue elegido en unos comicios celebrados en 2012, por lo que los siguientes comicios deberían haber tenido lugar en 2017. Las elecciones se adelantaron porque varios partidos de la coalición que apoya al Gobierno se retiraron de la Rada para provocar que el presidente del país, Petro Poroshenko, convocara una votación anticipada.
Los principales partidos que se presentan a estas elecciones son el Bloque del presidente Poroshenko; el partido Patria, encabezado por la ex primera ministra Yulia Timoshenko; el Partido Radical, de Oleh Liashko; el Frente Popular, del que forma parte el primer ministro, Arseni Yatseniuk; el partido ultraderechista Sbovoda, el Partido Comunista y el Partido de las Regiones, que es el grupo que apoyaba a Yanukovich.
En las últimas parlamentarias, celebradas el 28 de octubre de 2012, la participación fue del 57,4 por ciento del censo, electoral, con 20,75 millones de votantes de un total de 36,1 millones de personas registradas como electores. El Partido de las Regiones, liderado entonces por Yanukovich, se hizo con el 30 por ciento de los sufragios y logró 185 escaños, frente a los 101 escaños obtenidos por el partido Patria, encabezado por Timoshenko.
El Bloque del presidente Poroshenko presenta como cabeza de lista al excampeón de boxeo Vitali Klitschko y como 'número dos' al coronel de la Fuerza Aérea ucraniana Yuli Manchur, que se hizo famoso el pasado mes de marzo porque se negó a ceder el mando de su unidad en la península de Crimea cuando los prorrusos se lo exigieron, según informa el diario 'Kiev Post'.
La piloto del Ejército Nadia Savchenko será también protagonista en la cita electoral como cabeza de lista de Patria, la formación de Yulia Timoshenko, que va de 'número dos' de la candidatura. Savchenko está ingresada en un centro psiquiátrico de Moscú acusada por la muerte de varios periodistas rusos.
Entre los candidatos electorales ucranianos figura también Tetiana Chornovil, una activista del movimiento de protesta del Maidán que sufrió una paliza a manos de partidarios del anterior presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, y que se ha convertido en un icono de los manifestantes. Viuda de guerra con solo 35 años, Chornovil se presenta como candidata de la lista del partido del actual primer ministro, Arseni Yatseniuk.
NO MÁS GUARDAESPALDAS Y AMANTES EN EL PARLAMENTO
Los analistas políticos confían en que estas elecciones pongan fin a la época en la que el hemiciclo estaba copado por escoltas y amantes de altos cargos. "No deberíamos ver más guardaespaldas y amantes. Veremos personas con un pasado militar, aunque no tendrán conocimientos políticos ni jurídicos", ha explicado el analista político Mijailo Pogrebinsky.
La composición del nuevo Parlamento será un reflejo de los meses de guerra en el este del país y de la confrontación política con Rusia que ha recordado a la época de la Guerra Fría por las tensiones entre Moscú y Occidente.
La conocida como revolución del Maidán llevó en febrero de 2014 a la salida del anterior presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, de tendencia prorrusa. Las autoridades de Moscú criticaron la forma en que fue depuesto Yanukovich y, en marzo, Rusia se anexionó la península de Crimea. Desde entonces, los separatistas prorrusos han estado enfrentándose a las fuerzas gubernamentales de Kiev en el este del país.
Según la agencia de noticias Reuters, la pérdida de Crimea y las trabas a la celebración de las elecciones en el este del país, donde siguen registrándose enfrentamientos a pesar del alto el fuego acordado entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas prorrusos, provocarán que el nuevo Parlamento solo pueda elegir a 424 escaños, según las autoridades electorales. El resto de escaños quedarán vacantes, como sucederá con el de Savchenko si finalmente es elegida.
SE ESPERA UNA CLARA MAYORÍA PROEUROPEA
Los analistas creen que la nueva Rada Suprema tendrá una clara mayoría de parlamentarios proeuropeos. "Al menos la mitad del Parlamento, como mínimo, cambiará. Habrá una estructura de partidos totalmente distinta", ha afirmado Volodimir Fesenko, experto del 'think tank' Penta. "La mayoría absoluta la representarán las fuerzas políticas vinculadas a la integración europea y al Maidán", ha pronosticado.
Incluso con el nuevo Parlamento, el presidente Poroshenko tendrá que trabajar a fondo para lograr el apoyo a su plan para imponer la paz en el este de Ucrania, toda vez que los partidos proeuropeos temen que ceda terreno frente a Rusia y los separatistas prorrusos.
Los combates en el este del país han acabado con la vida de más de 3.700 personas y han obligado a decenas de miles a abandonar sus hogares, además de causar importantes pérdidas económicas en las principales regiones industriales.
La crisis ha subrayado la división existente en el país entre el oeste y el este, que tiene una mayoría de población rusoparlante y tiene más afinidad política con Rusia. Poroshenko, que apuesta por la integración con Europea, convocó las elecciones parlamentarias para asentar su legitimidad tras la revolución que acabó con el mandato de Yanukovich, que Rusia siempre ha definido como un golpe de estado impulsado por fascistas.
La previsión es que las fuerzas prorrusas, incluido el antes todopoderoso Partido de las Regiones del expresidente Viktor Yanukovich, queden fuera del nuevo Parlamento. Los comunistas, que solían apoyarle, podrían quedarse también sin representación parlamentaria por primera vez desde que Ucrania se independizó en 1991.
Las encuestas de opinión sugieren que el bloque del presidente Poroshenko, que incluye al partido Udar, liderado por Klitschko, podría lograr un 30 por ciento de los 225 escaños que se deciden por listas electorales.
Poroshenko cuenta con el respaldo del Partido del Frente Popular, encabezado por el primer ministro, Arseni Yatseniuk, siempre que esta formación logre obtener el mínimo del 5 por ciento de votos para tener representación parlamentaria.
Sin embargo, el mandatario podría tener que buscar el apoyo de otros dos actores cruciales: la ex primera ministra Yulia Timoshenko con el partido Patria y el populista Oleh Liashko, que encabeza el Partido Radical. Los dos han criticado el plan de paz de Poroshenko por considerar que cede demasiado ante los separatistas prorrusos.