Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea abordarán el lunes en Luxemburgo con el enviado especial de la ONU para Irak, Nickolai Mladenov, cómo apoyar al Gobierno del presidente chií Nuri al Maliki, tras el avance del grupo terrorista islamista del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) en el norte del país aunque descartarán en todo caso prestar ayuda militar directa a Bagdad, según han avanzado fuentes europeas.
La UE cerró su misión de apoyo al entrenamiento de la Policía iraquí y las instituciones judiciales a finales de 2013. "Por el momento no tenemos intención de reanudarla. Por el contrario, lo que nos han pedido las autoridades iraquíes, y reflexionamos sobre ello, es si les podemos ayudar en la lucha contra el terrorismo", han explicado las fuentes.
Las fuentes europeas han descartado en todo caso que la UE preste apoyo en "el campo militar". "No creo que haya mucho apetito por parte de los Estados miembro para poner en marcha una operación militar. No lo hay en el ámbito de la OTAN ni por parte de las autoridades americanas", ha subrayado una fuente diplomática europea, que ha insistido en que la ayuda europea se centrará en el terreno "civil" de la cooperación y "político" para apoyar el diálogo entre las comunidades del país, pero especialmente entre chiíes y suníes.
La UE es consciente de que el avance en ISIS en Irak, de donde es originario el grupo terrorista, se ha visto precipitado por el conflicto en Siria, donde el grupo terrorista ha ocupado gran parte del este del país, pero también por la política de marginación de los suníes de Al Maliki, algo que ha llevado incluso a antiguos baazistas del régimen de Sadam Husein a apoyar a los milicianos islamistas.
El presidente estadounidense, Barack Obama, no ha descartado la posibilidad de lanzar ataques aéreos contra posiciones del ISIS pero ha limitado de momento la ayuda estadounidense al envío de asesores para ayudar a las fuerzas iraquíes y apoyo en Inteligencia y ha exigido un acuerdo entre las diferentes comunidades del país.
RESCATES Y AFGANISTÁN
Los Veintiocho también discutirán el agravamiento de la crisis en Siria y Libia. Además, los ministros de Exteriores tienen previsto aprobar unas conclusiones en las que rechazarán de forma "inequívoca" el pago de rescate a cambio de la liberación de ciudadanos europeos secuestrados por grupos terroristas, en línea con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE también abordarán la segunda ronda de las elecciones presidenciales en Afganistán del 14 de junio y prevén aprobar una estrategia de la UE para apoyar al país a promover la paz, la seguridad y estabilidad regional, reforzar la democracia, promover el desarrollo económico y humano y a ayudarle a consolidar el Estado de Derecho y el respeto por los Derechos Humanos en el país, hasta finales de 2016.
También darán luz verde a la adopción un plan que detallará iniciativas concretas de la UE y los Estados miembros en apoyo de estos objetivos, a los que la UE contribuirá con más de 1.000 millones de euros al año y también se espera a priori que acuerden "en principio" ampliar la misión de entrenamiento y asesoramiento de la Policía afgana hasta finales de 2016.
MEDIDAS CONTRA TAILANDIA POR EL GOLPE
Los Veintiocho también prevén tomar algunas medidas en respuesta al golpe de Estado militar de mayo que llevó a cabo el jefe del Ejército tailandés, general Prayuth Chan Ocha, como la suspensión de las visitas oficiales a Tailandia, congelar la firma del acuerdo de asociación y cooperación bilateral y revisar la cooperación entre el país y los Estados miembros "incluido en el campo militar". "Esto son el tipo de medias que se tomarán por ahora", han explicado fuentes europeas.
Tailandia ya no se beneficia desde este año, es decir, antes del golpe, de nuevas ayudas europeas del Instrumento de Cooperación al Desarrollo porque se trata de un país de renta media. "Por ello, la cooperación al desarrollo con Tailandia ya estaba cayendo antes del golpe y seguirá haciéndolo", han explicado fuentes comunitarias, que han confirmado que el país sigue pudiendo optar a ayudas para apoyar los Derechos Humanos o la sociedad civil.